MOSCÚ (AP) — El presidente de Kazajistán declaró el viernes que el orden constitucional se había “restablecido en su mayor parte» luego de que el país se vio inmerso en una ola de disturbios sin precedentes en los últimos días.
“Ha comenzado una operación antiterrorista. Las agencias de seguridad están trabajando duro. El orden constitucional se ha restablecido en su mayor parte en todas las regiones del país. Las autoridades locales tienen el control de la situación», dijo Kassym-Jomart Tokayev, según fue citado por sus voceros el viernes.
El mandatario agregó, sin embargo, que “los terroristas siguen utilizando armas y están dañando la propiedad privada” y que “las acciones antiterroristas” deben continuar.
Kazajistán vive las peores protestas callejeras de su historia desde su independencia de la antigua Unión Soviética hace tres décadas. Aunque comenzaron cuando el precio de un tipo de gas licuado de petróleo — muy utilizado como combustible para vehículos — se duplicó, su tamaño y rápida propagación reflejan un descontento más amplio en un país gobernado por el mismo partido desde 1991.
Las movilizaciones se tornaron extremadamente violentas, con edificios gubernamentales incendiados y decenas de inconformes y más de una docena de agentes de seguridad muertos.
En una concesión, el gobierno anunció el jueves que limitará durante 180 días el precio de los combustibles para vehículos, además de una moratoria en el alza de las tarifas de los servicios públicos. Tokayev ha vacilado entre tratar de calmar a los manifestantes, incluyendo la aceptación de la renuncia de su gobierno, y la promesa de medidas duras para frenar los disturbios, de los que culpó a “bandas terroristas”.
En lo que se ha considerado como una de las últimas, el presidente solicitó la ayuda de una alianza militar encabezada por Rusia.
La Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva, que incluye a las exrepúblicas soviéticas de Kazajistán, Bielorrusia, Armenia, Tayikistán y Kirguistán, ha empezado a desplegar sus tropas en suelo kazajo para una misión de paz.
Las autoridades han insistido en que los soldados no lucharán contra los manifestantes.