MAR DEL PLATA, Argentina (AP) — La ciudad de Mar de Plata, uno de los balnearios preferidos de los argentinos en el período estival, amanecía este fin de semana llena de personas y sus bares nocturnos a rebosar —sin distancia social ni uso de mascarillas—, en medio de una de las peores olas de coronavirus que asolan al país, líder en contagios en la región.
La forma en la que se han disparado las infecciones en el país en las últimas dos semanas preocupa a las autoridades que atraviesan un punto álgido en una tercera ola, tras que el viernes se registrara un récord histórico de 109.608 casos, lo que sitúa al país a la cabeza de los contagios en América Latina muy por delante de otras naciones de la región. El sábado se informaba de 101.689 casos.
Pero eso no parecía ser una preocupación para los cientos de jóvenes que en plena temporada estival ya reservaron y pagaron por sus vacaciones y asumen como un destino ineludible la posibilidad de contagiarse.
“Nosotros vinimos sabiendo que nos íbamos a contagiar”, relata a The Associated Press, Valentina, de 19 años, que acude a la playa junto a sus amigos Agustina y Guido, de 19 y 18 años, que consideran casi imposible eludir la infección en los clubs nocturnos.
“En la playa siempre intentamos meternos más en el costadito, no meternos en el medio, dónde está toda la gente”, relata su amiga Agustina. “Pero ya en el boliche, imposible”, añade Guido, sobre las medidas de autocuidado que parecen desaparecer y disiparse en esta parte del territorio argentino no tan preocupada por la COVID-19 ni por ómicron, la variante más reciente y más contagiosa del virus.
“Si te hisopas, sabes que te tenés que aislar, y nosotras, por lo menos, que estamos como turistas, no nos vamos a aislar, porque ya pagamos todo para estar acá… De última cuando volvemos, para volver a estar con nuestras familias, si nos hisopamos y nos aislamos”, explica a AP Candela, de 18 años, que llegó al balneario preferido de los argentinos desde la ciudad de Santa Fe.
“El tema de los barbijos y del distanciamiento ya pasó a la historia, más que nada para estos eventos sociales, masivos”, resume en una frase José Ignacio, también de 19 años, concretando el sentir de muchos de los jóvenes que se reúnen de forma masiva para disfrutar en discotecas nocturnas al aire libre, sin mascarillas ni ningún tipo de distancia social.
“Con respecto al COVID en Mar del Plata tenemos una situación con contagios más altos dada la circulación respecto a las nuevas variantes, con respecto al año pasado” en que también tuvimos una ola, explica Viviana Bernabei, secretaria de Salud del distrito de General Pueyrredón, que engloba a Mar del Plata. La ola del año pasado tenía un mismo dibujo “mucho más aplanado porque la ciudad estaba al 50%”. Sin embargo, la situación del balneario no difiere de la “del resto del país”, afirmó. “Tenemos picos muy altos, estamos estacionados en 900 y 1.100 casos diarios pero en una ciudad donde en esta época del año se duplica la población estable”.
“Sí se dan los picos de contagio, como se da en toda la temporada estival, en el rango etario que va entre los 20 y los 35 años”, explica Bernabei, que los atribuye claramente a “las reuniones sociales, los after, la nocturnidad en la ciudad, que, bueno, es típico y característico de todo lo que es la temporada de verano”
“No tenemos tensionado el sistema de salud”, añade la autoridad, que afirma que sólo hay 4 personas con asistencia respiratoria sobre un total de 8.000 casos activos”.