MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
La Asociación de Profesionales Sudaneses, una destacada organización civil de Sudán, clave en las protestas que derrocaron en 2019 al dictador Omar al Bashir, ha rechazado el plan de reconciliación anunciado el sábado por la ONU al considerar que legitima a las autoridades militares que ahora mismo están al frente del país.
El presidente del Consejo Soberano de Transición y jefe del Ejército sudanés, Abdelfatá al Burhan, ostenta ahora mismo el poder tras un tumultuoso proceso de transición que ha dejado fuera de juego a la sociedad civil y provocado la dimisión del primer ministro del país, Abdalá Hamdok.
Al Burhan consolidó su poder tras un golpe de Estado el 25 de octubre; una denominación que el líder militar ha rechazado tras esgrimir que el Ejército se vio obligado a actuar ante el fracaso de las conversaciones con las organizaciones civiles, y la disolución de cualquier esperanza para concretar un gobierno híbrido que guíe el país a una nueva etapa democrática.
En medio de esta situación, el jefe de la Misión de Naciones Unidas en Sudán, Volker Perthes, anunció el sábado el lanzamiento oficial de un proceso de reconciliación con la participación de todas las partes para desbloquear la transición democrática y contener la violencia en un país donde han muerto 60 personas desde el golpe por la represión de las fuerzas de seguridad contra las manifestaciones de oposición al régimen militar.
Ahora, el portavoz oficial de la asociación, Salá Jafar, ha denunciado que la propuesta de la ONU contraviene las consignas de los manifestantes, que exigen romper completamente los lazos con los militares («Sin asociación, sin legitimidad, sin negociación») y está muy alejada de la solución.
«El llamado de Volker a negociar con golpistas legitima su presencia en el poder», ha señalado el portavoz en declaraciones recogidas por el portal de noticias Sudan Ajbar antes de reiterar la adhesión de la organización al principio de la ausencia de los militares en la vida política y su rechazo a la participación del Ejército en cualquier tipo de diálogo.
En su anuncio del sábado, la misión de la ONU alertó que el estancamiento político actual puede llevar al país «a una mayor inestabilidad y desperdiciar importantes logros obtenidos desde la revolución».
Este proceso tiene la intención de incluir a la mayor cantidad posible de participantes, entre ellos «movimientos armados, partidos políticos, sociedad civil y comités de resistencia», esenciales «para contribuir al éxito de la operación». Asimismo, «será fundamental la participación plena, significativa e igualitaria de las mujeres, que jugaron un papel central en la revolución y la transición».
