MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Martin Reynolds, secretario privado del primer ministro británico, Boris Johnson, invitó a más de un centenar de personas a una fiesta privada en la sede oficial del primer ministro, el número 10 de Downing Street, el 20 de mayo, en pleno confinamiento por el coronavirus.
Según un correo electrónico publicado este lunes por la prensa británica, Reynolds invitó a los destinatarios a una fiesta en los jardines de Downing Street y emplazó a llevar su propia bebida.
«Tras este periodo increíblemente ajetreado hemos pensado que estaría bien aprovechar el buen tiempo y tomar unas copas manteniendo la distancia social esta tarde en el jardín del Número 10. ¡Vente a partir de las 18.00 horas y trae tu propia bebida!», indica el correo electrónico, publicado por ITV News.
Entre los invitados, más de un centenar de trabajadores de la residencia oficial del primer ministro que recibieron la invitación en un momento en el que estaba prohibido juntarse con más de una persona no conviviente en espacios públicos.
Entre 30 y 40 personas asistieron a la fiesta, donde había comida y vino en mesas. Algunos trabajadores cuestionaron la conveniencia de la fiesta en un momento en el que el discurso oficial advertía de que se podían mantener reuniones pero solo en el exterior y solo con una persona no conviviente.
Por el momento ni Johnson ni su gabinete de prensa han comentado estos hechos, pero la polémica se suma a otras anteriores, como la de la fotografía en la que aparece Johnson con parte de su gabinete en una misma habitación sin mascarilla o una fiesta de «vino y pizza» el 15 de mayo en el que los ministros se estuvieron de fiesta hasta tarde.
«Boris Johnson ha demostrado que no tiene ningún respeto por las normas que él mismo nos impone a los demás. Intenta que otros cargos públicos asuman sus errores, pero es él quien da el tono con el que funciona Downing Street y el resto del Gobierno», ha afirmado la ‘número dos’ del opositor Partido Laborista, Angela Rayner. Varias voces del propio Partido Conservador de Johnson han criticado también al primer ministro.