MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, ha confirmado este martes la supresión de la limitación de asistentes a grandes eventos en exteriores, en medio de un «optimismo cauteloso» derivado de las restricciones impuestas en diciembre, que han ralentizado la propagación de la variante ómicron del SARS-CoV-2.
Según Sturgeon, las dosis de refuerzo de la vacuna contra la COVID-19 y los «actos responsables» de la ciudadanía han tenido un «impacto positivo» en la propagación del virus.
Así, la ministra principal ha detallado que las restricciones se levantarán de una forma «gradual» y «cuidadosa», comenzando por el límite del aforo de 500 personas permitidas en eventos en exteriores, lo que permitirá, entre otras cosas, la asistencia de público a los partidos de fútbol.
No obstante, según ha recogido el diario escocés ‘The Herald’, las autoridades endurecerán el requisito de presentar el certificado de vacunación para las personas que acudan a eventos multitudinarios.
«Nuestra norma ahora estipulará que los organizadores de grandes eventos, de mil personas o más, deberán pedir el certificado a al menos el 50 por ciento de los asistentes, en lugar del actual 20 por ciento, o al menos a mil personas», ha explicado Sturgeon.
«En segundo lugar, desde el lunes, el requerimiento de pauta completa para la certificación de la vacunación incluirá tener la dosis de refuerzo si la segunda dosis se administró hace más de cuatro meses», ha agregado. En el caso de los no vacunados, podrán acceder a este tipo de eventos si presentan una prueba diagnóstica rápida con resultado negativo realizada recientemente.
Sturgeon ha trasladado su esperanza de que el Gobierno escocés pueda levantar el resto de las restricciones vigentes –como la distancia física en hostelería o la limitación de aforo de entre cien y doscientas personas en eventos en interiores– desde el 24 de enero.
Las proyecciones gubernamentales señalaban que habría 50.000 casos diarios en Escocia desde enero, pero los datos actuales muestran unos 30.000 contagios al día. A pesar de que Sturgeon ha señalado que Escocia «está en el camino de que la COVID-19 se convierta en una endemia», ha incidido en que la variante ómicron no es menos dañina que las anteriores y aún causa enfermedad grave y muertes. «Este virus continúa siendo una amenaza significativa para la salud pública», ha alertado.
MÁS DE 120.000 CASOS EN REINO UNIDO
Por otra parte, el Ministerio de Salud de Reino Unido ha contabilizado este martes 120.821 nuevos contagios de COVID-19, mientras que otras 379 personas han fallecido víctimas de la enfermedad. Así, los totales se han elevado a 14.732.594 contagiados y 150.609 muertos desde que comenzó la pandemia, según datos oficiales.
El Gobierno de Reino Unido se ha visto obligado a reimponer ciertas restricciones ante el incremento de contagios y las preocupaciones que plantea la variante ómicron del SARS-CoV-2. Impuso la vuelta del teletrabajo o la obligatoriedad del certificado de vacunación para acceder a ciertas instalaciones, medidas previstas en lo que la Administración de Boris Johnson llama su ‘Plan B’, que presentó en septiembre por si la situación empeoraba.
El Ejecutivo de Johnson ha fiado el desarrollo de la situación de la pandemia en el país europeo al plan de vacunación contra la COVID-19. Hasta este martes, el 83 por ciento de la población británica cuenta con el esquema completo de inmunización, mientras que el 62,3 por ciento ya se ha puesto la tercera dosis.