MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
Un total de 1.838 migrantes murieron o desaparecieron en el Mediterráneo en 2021, lo que representa cinco muertes al día y un aumento del 20 por ciento con respecto al año anterior, cuando perdieron la vida en el mar unos 1.448 migrantes, según el último informe del Monitor Euromediterráneo de Derechos Humanos.
En el mes de septiembre se registró la tasa más alta de llegadas a las costas europeas: más de 16.000 personas. Solo dos meses antes, en julio, al menos 311 migrantes murieron o desaparecieron, lo que representa más de diez vidas al día.
«Las políticas europeas, cada vez más estrictas, presagian un aumento dramático en el número de inmigrantes y solicitantes de asilo que mueren lejos de los centros de atención», ha dicho la investigadora sobre migración y asilo Michela Pugliese, quien ha añadido que las autoridades europeas están ocupadas «abrumando a los activistas con sanciones y multas desorbitantes para disuadirlos de brindar la asistencia necesaria».
Además, ha recalcado que muchos países europeos «devuelven por la fuerza a migrantes y solicitantes de asilo a países inseguros como Libia», lo que violaría la Convención de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados, las leyes de la Unión Europea o los instrumentos de Derechos Humanos.
En este sentido, Pugliese ha resaltado que se llevan a cabo estos procedimientos de devolución «sin tener en cuenta la peligrosas condiciones a las que pueden estar expuestos», tanto en las cárceles, como en los centros de detención o en sus países de origen.
El informe resalta que la cooperación entre la UE y Libia «para hacer retroceder a los migrantes» se endureció en 2021, ya que las estadísticas del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) recogieron que alrededor de 31.500 migrantes y solicitantes de asilo fueron devueltos al país del norte de África el 23 de diciembre de 2021, más del triple del número registrado en 2020.
El Monitor Euromediterráneo de Derechos Humanos ha instado a las autoridades europeas a reactivar las misiones SAR –asistencia a cualquier buque o persona en peligro en el mar, independientemente de la nacionalidad o el estado de dicha persona– y realizar patrullas permanentes para garantizar una respuesta rápida al hundimiento de los barcos de migrantes en el Mediterráneo.
Asimismo, la organización ha emplazado a la UE a que garantice que la Guardia Costera de Libia respete los derechos de los migrantes y solicitantes de asilo y trabaje para poner fin a todas las prácticas violentas, tanto durante como después de las devoluciones.