MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
La ONG Alianza por la Solidaridad-ActionAid, ha señalado este martes que la crisis sociopolítica en Haití, un país «maltratado», es «tan grave como un huracán porque no se le ve el final», una situación que obliga a cientos de personas a huir en viajes «de alto riesgo» a través del mar.
La organización ha enumerado las graves dificultades económicas generadas por la crisis sociopolítica, el aumento de la violencia –que se ha cobrado la vida de dos periodistas haitianos recientemente–, el nuevo intento de magnicidio y el terremoto registrado en verano como circunstancias que impulsan a la población a buscar una vida mejor fuera del país caribeño.
El número de haitianos que han intentado migrar por canales no oficiales a países vecinos en barco ha aumentado drásticamente en el año 2021, según datos de la Organización Internacional de Migraciones (OIM) de la ONU.
Sólo en octubre pasado, unos 1.194 migrantes, que trataban de llegar navegando a Miami, fueron repatriados a Haití. Alianza por la Solidaridad-ActionAid ha recordado que «no todos tienen esa suerte» y muchos mueren ahogados, casi todos originarios de zonas rurales que venden sus posesiones para pagar la travesía, cuyo coste oscila entre 350 y 700 dólares (entre unos 300 y 600 euros).
Desde 2018, la violencia social se ha recrudecido, con la proliferación de bandas armadas que perpetran violencia contra la población civil, impiden la distribución del combustible que llega al puerto de la capital y propician el aumento de los secuestros. Sólo desde noviembre se vive cierta tregua y se ha permitido cierto abastecimiento a gasolineras.
La falta de combustible, que se vende a precios desorbitantes en el mercado informal, ha dificultado el acceso a los alimentos e incrementado sus precios ya que no pueden transportarse con normalidad.
A la vez, está dificultando la distribución de la ayuda humanitaria, junto con los ataques armados. Recientemente, una trabajadora de Alianza fue víctima del tiroteo a un minibús, en el que murieron varias personas, cuando se dirigía a la ciudad de Jacmel, donde la ONG tiene una sede.
«Se ha pedido apoyo internacional desde Haití para poner freno a este caos», ha indicado la coordinadora de Alianza en Haití, Mercedes López, que ha puesto el foco en que Haití se ha convertido en un país «por el que circulan armas y drogas con total descontrol».
«Hay carestía y miedo y el resultado es que un 43 por ciento de la población sufre inseguridad alimentaria sin que haya habido cosechas excesivamente malas o sequías, como otros años», ha lamentado.
El terremoto de 2021 causó más de 2.000 muertes, 12.000 heridos y destruyó las casas y modos de vida de otras 800.000, en un país con 11,4 millones de habitantes.
El plan de respuesta humanitaria de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) para Haití 2021-2022 señala que 4,4 millones de haitianos y haitianas, alrededor del 40 por ciento de la población, necesitan de ayuda humanitaria. Estima que se necesitan 235,6 millones de dólares (más de 207,8 millones de euros) para cubrir las necesidades de la población más vulnerable.
Alianza-ActionAid tiene como objetivo prioritario en estos momentos continuar con la ayuda alimentaria urgente, como primera fase para la recuperación, así como continuar con los proyectos de desarrollo que tiene en marcha, centrados en prevención de riesgos y desastres, seguridad alimentaria y medios de vida, que permitan dar continuidad al trabajo actual.
«Lo primero es que la gente pueda comer y tener fuerzas mínimas para luego poder apoyar en que recuperen los medios de vida que han perdido», ha señalado López, que ha lamentado que, no obstante, «el mundo está muy ocupado con la pandemia del COVID-19 y otros conflictos».