EEUU aplaude las «medidas firmes» de la organización «en defensa de la democracia y la estabilidad en Malí»
MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Malí ha hecho un llamamiento a la población a la «movilización general» este viernes en protesta contra las «medidas extremas» aplicadas por la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) contra la junta militar instaurada tras el golpe de Estado de 2020 por sus planes para aplazar las elecciones previstas en febrero.
Tras un Consejo de Ministros encabezado por el líder de la junta y presidente de transición, Assimi Goita, la Presidencia ha publicado un comunicado en el que el Ejecutivo anuncia «un plan de respuesta para salvaguardar la soberanía y preservar la integridad del territorio nacional».
Asimismo, solicita a los «socios sociales a una tregua para hacer frente a los desafíos», en referencia a las recientes protestas en el país, y reclama a las autoridades religiosas «organizar sesiones de rezo en todos los lugares de culto».
El Gobierno ha felicitado además a las fuerzas de seguridad «por los resultados obtenidos en la lucha contra el terrorismo» y ha dado las gracias» a todos los pueblos africanos por su apoyo y solidaridad», según el comunicado, firmado por la secretaria general adjunta del Gobierno, Konaté Salimata Diakité.
Las autoridades de Malí ya tildaron el domingo las sanciones de «injustas» e «ilegales» y dijeron «lamentar» que «las organizaciones subregionales se dejen instrumentalizar por potencias extrarregionales con motivos ocultos».
En este sentido, denunciaron que «estas sanciones llegan en un momento en el que las fuerzas de defensa y seguridad recogen los resultados espectaculares sobre el terreno de la lucha contra el terrorismo, al tiempo que ha apuntado a la existencia de un complot contra el país africano.
Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, ha aplaudido las «medidas firmes» de la CEDEAO «en defensa de la democracia y la estabilidad en Malí».
«Compartimos la profunda decepción de la CEDEAO con la falta de acciones o progresos por parte del Gobierno de transición en Malí hacia la organización de elecciones, a las que se comprometió tras el golpe de Estado de agosto de 2020», ha señalado.
«Apoyamos la decisión de la CEDEAO de imponer sanciones económicas y financieras adicionales para urgir al Gobierno de transición a mantener su compromiso ante el pueblo maliense de devolver el país a la democracia», ha apuntado Price.
En este sentido, ha dicho que comparten la preocupación del organismo regional «sobre el probable impacto desestabilizador de las fuerzas del Grupo Wagner, respaldadas por Rusia». «Como dijo el Departamento de Estado el 15 de diciembre de 2021, estas fuerzas no traerán la paz a Malí y desviarán recursos de la lucha del Ejército contra el terrorismo», ha zanjado.
El Gobierno de transición ha admitido la presencia de instructores militares rusos en el país, bajo un mandato parecido al que otorgaron a la misión de entrenamiento de la Unión Europea, mientras varios países de la Unión Europea (UE) acusan a su vez a las autoridades malienses de contratar mercenarios del grupo ruso Wagner para potenciar la seguridad nacional.
LAS SANCIONES DE LA CEDEAO
Los líderes de la CEDEAO respaldaron el domingo las medidas aprobadas unas horas antes por la Unión Económica y Monetaria de África occidental (UEMOA) por la que se congelan los activos malienses dentro del área del Banco Central de los Estados del África Occidental (BCEAO).
Asimismo, decretaron el cierre de las fronteras entre Malí y los estados miembro de la organización e imponer un embargo de mercancías que no afecta a suministros médicos y productos esenciales, al tiempo que acordó retirar a los embajadores en Malí de sus países miembro e impuso otras sanciones relacionadas con la ayuda financiera.
La decisión llegó después de que las autoridades propusieran extender la transición otros cinco años, si bien la CEDEAO –que ya anunció sanciones contra Malí en noviembre–, que sospecha de los argumentos proporcionados por la junta. Los militares citan la persistente inseguridad en el país, plagado de violencia de todo tipo, y la necesidad de reformas constitucionales para garantizar la fiabilidad de los comicios.
El golpe de Estado de agosto de 2020 derrocó al entonces presidente, Ibrahim Boubacar Keita, tras semanas de manifestaciones por la crisis económica y el deterioro de la seguridad. La junta designó a un presidente y a un primer ministro de transición, si bien ambos fueron derribados en una segunda asonada en mayo de 2021 que elevó finalmente al líder de la misma, Assimi Goita, al cargo de presidente.
Si bien Goita prometió en un primer momento que mantendría los plazos, durante los últimos meses el nuevo primer ministro, Choguel Maiga, indicó en varias ocasiones que las elecciones podrían ser aplazadas, lo que provocó críticas de la CEDEAO y de diversos partidos políticos malienses.
En este sentido, una coalición de partidos políticos expresó el 2 de enero su rechazo al plan presentado por el Gobierno para extender el periodo de transición hasta los cinco años, que tildaron de «unilateral y poco razonable». Así, denunciaron que «prolonga la transición a un periodo acumulado de seis años y seis meses».