NUEVA YORK (AP) — El álbum número 32 de Elvis Costello suena como un grupo de rock and roll sudando en un pequeño escenario, retroalimentándose para producir un ruido alegre.
Pero es todo espejismo.
Costello y su banda de tres integrantes, The Imposters, nunca estuvieron en la misma ciudad, mucho menos en el mismo cuarto, cuando hicieron “The Boy Named If”, que sale a la luz el viernes. Estaban en cuarentena por el coronavirus, como el resto del mundo, y buscaban hacer algo productivo.
Después de escribir una canción, Costello hacía una grabación inicial con su voz y guitarra en su casa de Vancouver. Se la enviaba a Pete Thomas, quien se retiraba a su sótano en Los Ángeles para agregar la batería. El bajista Davey Faragher le seguía, antes de que se la enviaran al teclista Steve Nieve en Francia. Nicole Atkins agregó voces como invitada en “My Most Beautiful Mistake” desde una quinta ubicación.
Ocasionalmente se conectaban por videollamada para poder verse, aunque eso no propicio para las grabaciones por los retrasos en la transmisión.
El productor argentino Sebastian Krys, desde su propia casa, “hizo un trabajo increíble haciendo que sonara como si no estuviera hecho con un kit de construcción”, dijo Costello.
“Creo que todos se sorprendieron de cómo nos encontramos en nuestro sótano o en una habitación tocando y que sonara tan vibrante”, agregó. “No permitimos que eso nos frenara. Cuando descubrimos que funcionaba, eso nos alentó más”.
La imagen de los Beatles en la película documental “Get Back” romantizó la idea de una banda trabajando codo a codo y probando ideas.
Pero la idea de crear canciones a través de grabaciones de varias pistas es anterior incluso a los Beatles
Pero la idea de crear canciones a través de grabaciones de múltiples pistas antecede incluso a los Beatles, dijo Prince Charles Alexander, profesor en Berklee College of Music y productor e ingeniero de audio que ha trabajado con artistas como Sting, Luther Vandross y Aretha Franklin.
La tecnología a principios de este siglo avanzó y se volvió asequible al grado de que la mayoría de los músicos tienen estudios en sus casas, dijo. Tras el temor inicial de que algunas grabaciones se sentirían estériles o sin alma, “ahora tenemos una generación de productores, ingenieros de grabación y productores que lo han superado”, agregó.
Con el coronavirus, muchos músicos no tienen más remedio que trabajar solos.
Cuando hacía buen tiempo en Vancouver, Costello se instalaba en su porche trasero, “que conjura un sonido mucho más relajado que este disco”, dijo el cantante.
De hecho, este es un álbum que destila energía: prácticamente todas son canciones animadas impulsadas por la guitarra. Los arreglos exigen mucho de la voz de Costello, y el subestimado Thomas ofrece algunas de sus mejores percusiones registradas.
De hecho, “The Boy Named If” crepita con energía, prácticamente todas las canciones animadas son impulsadas por la guitarra. Los arreglos exigen mucho de la voz de Costello, y el subestimado Thomas ofrece algunas de sus mejores percusiones registradas.
En las notas del álbum los miembros de la banda agradecen especialmente a sus esposas “por dejarnos hacer todo este barullo en nuestras casas”.
Aunque un oído poco entrenado no puede detectar ninguna diferencia con su método de grabación en solitario, el orden en el que trabajaron fue bastante diferente para la banda. Las teclas de Nieve proporcionan el marco musical para gran parte de la música de Costello, pero en este caso fue el último instrumento en agregarse.
“Lo enviábamos a Steve y él decía: ‘¿Qué se supone que debo hacer? Ustedes ya terminaron’”, dijo Costello. “Y yo le decía: ‘Creo que encontrarás dónde tocar’”.
“Suena un poco diferente”, agregó. “Steve toca en lugares diferentes… Estaba respondiendo cuando normalmente era el líder. Su ingenio para elegir dónde tocar y no tocar simplemente sobre lo demás sonó fresco”.
La canción que le da título al álbum proporciona un marco temático abierto para la colección de canciones, creando la imagen del amigo imaginario de un niño si eso se extendiera hasta la edad adulta.
“Estaba haciendo comparaciones a la excusa que un niño hace: ‘¡Oh! Mi amigo imaginario rompió eso’”, dijo. “En el caso de un niño, suele ser una taza o un vaso, en vez de un corazón o una promesa que hiciste”.
Costello se ha mantenido ocupado durante la pandemia. “The Boy Named If” es su tercer lanzamiento en 14 meses, tras “Hey Clockface”y “Spanish Model”, en el que las canciones de su popular álbum de 1978 “This Year’s Model” son interpretadas en español por músicos como Juanes, Sebastián Yatra y Jesse y Joy. Los tres han sido producidos por Krys.
Hace una década Costello habló abiertamente sobre dejar de grabar discos para concentrarse en hacer conciertos.
Al igual que muchos fans de la música, se sintió absorbido por el documental “Get Back” de los Beatles. Pero a diferencia de muchos, también creció en Liverpool y en la década de 1980 compuso canciones con Paul McCartney.
Prácticamente le gritó a su televisor cuando George Harrison le dijo a John Lennon que estaba atorado en la letra de “Something”, preguntándose cómo completar el verso de “attracts me like…” (me atrae como…)
¿Cómo no pensó en “no other lover” (ninguna otra amante)? Parece obvio.
“A cualquiera que haya dado tumbos con la guitarra le da un gran consuelo ver a esta banda tan famosa a veces realmente expuesta, como inventando cualquier cosa para llenar el espacio hasta que llega a la línea realmente inspirada”, dijo. “No todo lo hicieron con pluma de ave y lírica florida”.