MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha dicho este jueves que Estados Unidos estaba preparada «para sentarse sin condiciones previas» en la mesa hacia la desnuclearización antes del lanzamiento de misiles por parte de Corea del Norte y ha dicho que, con estas acciones, el país «trata de llamar la atención».
«No solo estamos sancionando a los norcoreanos. Estamos profundamente comprometidos tanto en la ONU como con los socios clave, como Corea del Sur y Japón, en una respuesta. Creo que parte de esto es que Corea del Norte está tratando de llamar la atención. Se ha hecho eso en el pasado y probablemente (se) seguirá haciendo», ha dicho.
Blinken ha resaltado en una entrevista con la cadena estadounidense MSNBC que la respuesta por parte del país norcoreano ante una posible negociación ha sido «la renovación de las pruebas de misiles», algo que ha calificado de «desestabilizador» y de «peligroso», ya que «contraviene gran cantidad de resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU».
RESPUESTA DE COREA
Ante estas palabras y las recientes sanciones impuestas por Estados Unidos, un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores del país norcoreano ha declarado este viernes que «la Administración estadounidense actual habla de diplomacia y diálogo, pero que, en realidad, recurre a la política de aislar y asfixiar a Corea del Norte».
«Estados Unidos calumnió nuestra justa acción relevante en el Consejo de Seguridad de la ONU y llegó a invitar a sanciones independientes, agravando la situación de forma intencional. Es una provocación y una lógica mafiosa que Estados Unidos cuestione el ejercicio de nuestro legítimo derecho a la legítima defensa», ha dicho, según recoge la agencia de noticias KNCA.
Corea del Norte ha defendido «el aumento de la capacidad de defensa nacional», argumentando que «es un derecho legítimo de un estado soberano», por lo que Estados Unidos «está haciendo otra provocación» contra el «derecho a la autodefensa».
«Nuestro reciente desarrollo de un arma de nuevo tipo es para modernizar la capacidad de defensa nacional, no para apuntar a un país o fuerza específica, o dañar la seguridad de los países vecinos», ha zanjado.
CONVERSACIONES TELEFÓNICAS
Por otro lado, el Representante Especial de Estados Unidos para Corea del Norte, Sung Kim, ha realizado llamadas durante esta semana con el director general para la Oficina de Asuntos de Asia y Oceanía del Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón, Funakoshi Takehiro, y el representante especial de Corea para Asuntos de Paz y Seguridad de la Península coreana, Noh Kyu Duk.
En estas negociaciones telefónicas, Kim ha condenado los lanzamientos de los misiles balísticos del 4 y el 10 de enero por violar «múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU» y ha pedido a Corea del Norte «que se abstenga de tales actividades desestabilizadoras y entable un diálogo con Estados Unidos».
«El representante especial subrayó la continua apertura de Estados Unidos al diálogo y la diplomacia con Corea del Norte. Reiteró, además el compromiso férreo de Washington con sus aliados, la República de Corea y Japón. Las llamadas del 11 de enero fueron las últimas de una serie de llamadas realizadas entre los tres desde el 5 de enero», ha dicho el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price.
Además, este mismo jueves se habrían mantenido, paralelamente, más conversaciones entre el viceministro de Defensa de Corea del Sur, Kim Man Ki, el subsecretario de Defensa para Asuntos de Seguridad del Indopacífico de Estados Unidos, Ely Ratner, y el ministro de Defensa japonés, Kazuo Masuda.
En ellas, Corea del Sur y Estados Unidos habrían acordado acelerar un análisis en profundidad y preparativos de medidas en respuesta a los lanzamientos de misiles, según recoge la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
Estados Unidos anunció este miércoles sanciones contra cinco ciudadanos norcoreanos vinculados al programa armamentístico de Corea del Norte, después de que el régimen de Kim Jong Un efectuase, al menos, dos ensayos con misiles balísticos: el 5 y el 10 de enero, ambos hacia las aguas del mar de Japón, conocido en Corea como mar del Este.