Pide al organismo que abra una investigación por «la violación de sus responsabilidades legales y civiles»
EL PMA dice que podría tener que suspender sus operaciones en el norte de Etiopía por los combates
MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Etiopía ha cargado duramente contra el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, por sus críticas sobre la guerra en la región de Tigray (norte) y ha dicho que sus declaraciones «amenazan la integridad» del organismo.
Tedros, originario de Tigray y acusado por las autoridades etíopes de ser cercano al Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF), afirmó el miércoles que «en ningún lugar del mundo hay un infierno como el de Tigray».
En respuesta, el Ministerio de Exteriores etíope ha resaltado que, si bien nominó a Tedros para el cargo, «no ha cumplido con las expectativas de integridad y profesionalidad requeridas para su puesto y cargo».
Así, ha acusado al director general de la OMS de «interferir en los asuntos internos de Etiopía, incluidas las relaciones con Eritrea» y ha indicado que «sigue siendo un miembro activo y apoyo del TPLF, declarado como grupo terrorista por el Parlamento etíope».
El Ministerio ha manifestado que ha enviado una carta a la Oficina Ejecutiva de la OMS en la que ese denuncia que «Tedros usa su cargo para hacer avanzar sus intereses políticos a expensas de los de Etiopía, a pesar de las esperanzas de que en algún momento ponga fin a esta conducta».
«Tedros anima al TPLF en sus declaraciones a los medios y celebra lo que se supone que son éxitos militares del grupo, además de mantener una postura selectiva en la que aborda de forma discriminatoria las preocupaciones humanitarias en Etiopía», ha denunciado.
De esta forma, ha recalcado que «ha propagado desinformación dañina y ha puesto en compromiso la reputación, independencia y credibilidad de la OMS, lo que es evidente en sus publicaciones en redes sociales por su abierto apoyo al terrorismo cometido por el TPLF contra el pueblo etíope».
Asimismo, ha dicho que Tedros «abusó de su posición» al designar personal en la oficina de la OMS en Etiopía «con la tarea de ejecutar un complot para aumentar el nivel de emergencia en Etiopía de 1,8 a 3,8 millones de personas (en situación de necesidad) para garantizar una intervención humanitaria».
«De una forma que denigra la integridad del sistema de la ONU y el trabajo de otras oficinas, Tedros usa su plataforma para movilizar a la comunidad de la ONU contra Etiopía, además de dar apoyo técnico y financiero a las actividades del TPLF», ha insistido.
Por todo ello, Adís Abeba ha pedido a la OMS que abra una investigación contra su director general «para identificar su mala conducta y la violación de sus responsabilidades legales y civiles», según los propios estatutos del organismo internacional.
PREOCUPACIÓN DE LA ONU
Por otra parte, la portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Elizabeth Throssell, ha expresado este viernes la preocupación del organismo por los «múltiples» informes sobre la muerte de civiles en diversos bombardeos en Tigray durante los últimos días.
«Al menos 108 civiles han muerto y otros 75 han resultado heridos desde el inicio del año como resultado de bombardeos supuestamente ejecutados por la Fuerza Aérea etíope», ha manifestado. El ataque más mortífero fue perpetrado la semana pasada contra un centro de desplazados en Debebit, que dejó al menos 59 muertos y 30 heridos.
Así, Throssell ha manifestado su rueda de prensa que «se ha informado esta semana de numerosos bombardeos que han alcanzado un minibús privado que viajaba de Adiet a Axum, el aeropuerto de Shire y el campamento de refugiados de Mai Aini, así como otras áreas».
«Pedimos a las autoridades etíopes y sus aliados que garanticen la protección de los civiles y los objetos civiles, en línea con sus obligaciones bajo el Derecho Internacional. Cualquier ataque, incluidos los bombardeos, debe respetar totalmente los principios de distinción, proporcionalidad y precaución», ha recalcado.
«En particular, las partes en conflicto deben adoptar todas las medidas posibles para verificar que los objetivos son militares y suspender su ataque si es aparente que el objetivo no es militar o que el ataque sería desproporcionado. El no respetar los principios de distinción y proporcionalidad podría equivaler a crímenes de guerra», ha advertido.
Throssell ha mostrado además la «preocupación» del organismo por «los continuos arrestos y detenciones arbitrarias en el marco del estado de emergencia» decretado en el país en noviembre, un momento en el que el TPLF avanzaba hacia la capital. La ofensiva fue repelida y el grupo se ha replegado a Tigray después de que el Ejército recuperara la totalidad de los territorios perdidos en las regiones de Amhara y Afar.
«Si bien aplaudimos la reciente liberación de varias personas de perfil alto, incluidas figuras opositoras detenidas desde hace muchos meses, seguimos preocupados porque muchas personas, al menos cientas, siguen detenidas de forma indefinida en condiciones lamentables y sin ser lelvadas ante los tribunales para revisar los motivos de su detención, entre otras violaciones de las garantías procedimentales», ha zanjado.
EL PMA ALERTA SOBRE LA CONTINUIDAD DE SUS OPERACIONES
En este contexto, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha alertado este mismo viernes de que podría tener que suspender sus operaciones en el norte de Etiopía a causa de los últimos combates, que han bloqueado el paso de combustible y alimentos hacia Tigray.
El organismo ha manifestado que ningún convoy ha llegado a la capital de Tigray, Mekelle, desde mediados de diciembre, mientras que los suministros de alimentos nutritivos para el tratamiento de niños y mujeres desnutridos se han agotado y los últimos cereales y aceite serán repartidos la semana que viene.
«Estamos teniendo que elegir quién pasa hambre para evitar que otra persona muera de hambre», ha lamentado el director del PMA para África oriental, Michael Dunford. «Necesitamos garantías inmediatas de todas las partes en conflicto para unos corredores humanitarios seguros, a través de todas las rutas, en el norte de Etiopía», ha dicho.
«Los suministros humanitarios simplemente no fluyen al ritmo y la escala necesarios. la falta de comida y combustible significa que sólo hemos sido capaces de llegar al 20 por ciento de las personas a las que deberíamos haber dado ayuda en esta última distribución en Tigray. Estamos al borde de un desastre humanitario», ha subrayado.
El PMA ha destacado que cerca de 9,4 millones de personas necesitan ayuda alimentaria en el norte de Etiopía, 2,7 millones más que hace cuatro meses. El organismo ha indicado que planea dar ayuda alimentaria a 2,1 millones de personas en Tigray, 650.000 en Amhara y 534.000 en Afar.
Sin embargo, ha reiterado que podría quedarse sin suministros en febrero debido a la falta de financiación y ha pedido otros 337 millones de dólares (cerca de 294 millones de euros) para mantener sus operaciones de emergencia en el norte de Etiopía, así como 170 millones de dólares (unos 148 millones de euros) para dar apoyo durante los próximos seis meses a los afectados por la sequía en la región de Somali.