Dice que «respeta la ley y la justicia» y acusa a la jueza de un sesgo contra él
MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El gobernador del Banco Central de Líbano, Riad Salamé, ha reclamado que la jueza Ghaza Aoun, que recientemente emitió una orden para que no pueda salir del país, sea apartada del caso abierto contra él por presunta corrupción por supuesta parcialidad.
«Está obligada a dejar el caso hasta que la autoridad judicial competente falle sobre esta petición», ha dicho Salamé en un comunicado después de interponer la demanda para que Aoun sea apartada, según ha recogido el portal libanés de noticias Naharnet.
«Respeto la ley y a la justicia y lo he demostrado previamente apareciendo ante los jueces, pese a estar convencido de que las demandas presentadas contra mí eran injustas y únicamente destinadas a dañar mi imagen ante los ojos de la opinión pública en Líbano y en el extranjero», ha manifestado.
En este sentido, ha acusado a Aoun de que «ha tuiteado de forma repetida y agresiva expresiones negativas» y ha emitido «veredictos en Twitter» contra él, antes de argumentar que «una jueza no puede ser rival y árbitro al mismo tiempo».
«Está claro que hay motivos políticos detrás de todas estás demandas presentadas por las mismas personas», ha argüido, antes de incidir en que «los preparativos de esta campaña arrancaron en 2016 y se fundamentaron en documentos financieros falsificados».
El gobernador del Banco Central libanés hace frente a investigaciones judiciales en Francia y Suiza, entre otros países, por sospechas de blanqueo y enriquecimiento ilícito. Salamé ha sido objeto de numerosas críticas por el papel del Banco Central en el marco de la grave crisis económica y financiera que atraviesa el país, si bien ha rechazado las acusaciones y ha apuntado a la acción de diversos partidos políticos y al impacto de la misma sobre la economía.
La decisión de la jueza llegó en un momento crítico para la economía libanesa, cuya moneda se encuentra desplomada en una crisis que llevó al Banco Mundial a afirmar en junio de 2021 que esta última es una de las peores registradas a nivel mundial desde mediados del siglo XIX, con una caída drástica de cerca del 40 por ciento de PIB per cápita desde 2018.
Las estimaciones sitúan las pérdidas del Banco Central entre 50.000 y 60.000 millones de dólares. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha ofrecido asistencia, si bien la crisis política y la falta de reuniones del Gobierno han impedido poner en marcha contactos para lograr un acuerdo.