VARSOVIA (AP) — Más de dos tercios del panel asesor del COVID-19 en Polonia renunciaron el viernes, alegando que el gobierno no estaba escuchando sus recomendaciones en el manejo de la crisis de salud planteada por el COVID-19.
En una declaración, 13 de los 17 miembros de la junta dijeron que con “frustración creciente” ellos estaban experimentando una “falta de posibilidades políticas para introducir los métodos óptimos y probados globalmente para combatir la pandemia”.
Se quejaron además de una “tolerancia creciente” en el gobierno hacia funcionarios estatales que minimizan la amenaza de la pandemia y la necesidad de vacunación.
La renuncia masiva se produjo días después de que una funcionaria regional de educación fue criticada por describir la vacunación para el COVID-19 como “un experimento”. El gobierno de derecha ha ignorado llamados a su despido.
En una carta al primer ministro Mateusz Morawiecki, los miembros renunciantes de la junta dijeron que se tomaron “acciones muy limitadas” a pesar del aumento de las infecciones en el otoño y contra la actual amenaza de una rápida diseminación de la variante ómicron, “pese a un esperado enorme número de muertes”.
La oficina de Morawiecki respondió diciendo que en sus decisiones el gobierno ha tomado en cuenta diversas opiniones, provenientes también de empresarios, educadores y otros. Dijo que se cambiará la composición del órgano consultivo, pero no dio detalles.
En respuesta a un incremento de los casos debido a la variante ómicron, el gobierno polaco ha introducido restricciones en el acceso a áreas públicas en interiores, pero evitó un confinamiento o un mandato de uso de mascarillas en exteriores.
Polonia ha registrado más de 100.000 muertes por el virus y menos de 60% de la población está vacunada. El consejo asesora al gobierno sobre acciones y legislación para la pandemia.