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EH Bildu niega que sus demandas sobre reforma laboral sean “delirios nacionalistas” y las mantendrá hasta el final

Matute afirma que no harán renuncias, e insiste en que prevalezcan los acuerdos de Euskadi y Navarra, “sin sometimiento a la interpretación estatal”

Ricardo Rubio - Europa Press - Archivo (Marta Perez/Europa Press)

Matute afirma que no harán renuncias, e insiste en que prevalezcan los acuerdos de Euskadi y Navarra, «sin sometimiento a la interpretación estatal»

BILBAO, 15 (EUROPA PRESS)

El portavoz adjunto de EH Bildu en el Congreso, Oskar Matute, ha negado que haya «delirios nacionalistas», sino «defensa de los derechos de los trabajadores» y de la ciudadanía vasca, en sus reclamaciones sobre la reforma laboral que el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos pretende aprobar en la Cámara baja. Además, ha asegurado que mantendrán hasta el final su posición y no harán renuncias, y ha insistido en que prevalezcan los convenios que se acuerden en Euskadi y Navarra, sin «sometimiento a interpretación estatal».

En declaraciones realizadas a Europa Press, Matute ha recordado que el pasado miércoles mantuvieron una reunión con representantes del Ministerio de Trabajo para «intercambiar pareceres» sobre la reforma laboral. Mientras desde el Ministerio trasladaron a la formación soberanista «las bondades» del acuerdo alcanzado entre CCOO, UGT, la patronal y el Gobierno, según ha afirmado el diputado de EH Bildu, ellos le transmitieron su documento con cinco planteamientos «nucleares».

El texto reclama la protección del marco vasco de negociación colectiva, la garantía de la prevalencia de los convenios autonómicos, la recuperación de la indemnización de 45 días por año trabajado, el control público de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) y que se «reescriban» las causas económicas de despido por las empresas que alegan dificultades. «Son todos los elementos que creemos que faltan en esa reforma para que sea la respuesta que esperan y necesitan los trabajadores», ha asegurado Oskar Matute.

El representante del grupo soberanista ha afirmado que se trata de «un pack» que recoge «la posición histórica» de la izquierda vasca y del Estado, más allá de la independentista, y no renunciarán a ninguno de sus cinco planteamientos porque no se trata de «una tabla negociadora», de la que se puedan aceptar «una o dos» reivindicaciones.

«Son reclamaciones que se han realizado durante una década, que han vertebrado huelgas generales, movilizaciones sostenidas en el tiempo y acuerdos, programas y compromisos de la izquierda sindical, social y política», ha asegurado.

Por ello, ha advertido de que mantendrán «la palabra dada» a la ciudadanía vasca y ha recordado que los mismos partidos que integran el Gobierno del Estado, PSOE y Unidas Podemos, «sacralizaron» en su acuerdo de coalición la derogación de la reforma laboral.

DIÁLOGO Y NEGOCIACIÓN

Matute ha emplazado al Ejecutivo, por tanto, a mantener «una posición dialogante y negociadora», y ha afirmado que no se les puede pedir que renuncien a «incidir en el texto final» de la Ley. Por ello, tras la presentación de su documento al Ministerio de Yolanda Díaz, espera que se abra a negociar y que esas conversaciones «encuentren carril y cauce de expresión en el Congreso de los Diputados».

«Creemos que estamos en una actitud bastante responsable y coherente porque hacemos lo que decimos y decimos lo que hacemos. Venimos diciendo desde hace mucho tiempo que había que derogar la reforma laboral, seguimos diciendo que hay que derogarla, pero, a la vez, somos constructivos para que nadie nos diga que esto es un debate de ‘todo o nada’. Hemos puesto sobre la mesa todos los aspectos lesivos de la reforma laboral», ha insistido.

A su juicio, este es «un momento histórico porque hay una mayoría de izquierdas» en la Cámara baja que «puede empujar ese texto hacia una reforma que de verdad responda a las necesidades de los trabajadores», después de la 2012 «que hacía de la flexibilidad y del abaratamiento del despido sus elementos fundamentales».

«PERSPECTIVA NACIONAL Y DE CLASE»

Oskar Matute ha afirmado que EH Bildu «afronta este debate con una perspectiva nacional y de clase». «La nacional tiene que ver con que, si en Euskadi y en Navarra, somos capaces de alcanzar acuerdos que permitan dar respuesta a los trabajadores, no exista por encima un instrumento que nos impida llevarla a efecto. Eso tiene que ver con la desestatalización», ha subrayado.

A la vez, ha explicado que esta «perspectiva nacional» va acompañada de «la de clase» y, de esta forma, plantean «entrar a la causalidad en el empleo». «No es de recibo que los empresarios tengan una especie de carta mágica que les permite, bajo la subjetividad de las causas técnicas, organizativas o económicas, y aún teniendo beneficios, despedir a gente. Además, existe un abaratamiento del despido», ha denunciado.

El diputado de EH Bildu ha rechazado que sus demandas respondan a «delirios nacionalistas», después de que el secretario general del PSE-EE, Eneko Andueza, haya considerado que el PNV y la formación soberanista rechazan la reforma laboral por «obsesiones nacionalistas», porque los convenios vascos «están blindados».

«No hay ningún delirio nacionalista, hay una defensa de los derechos de los trabajadores, y esos derechos se reclaman en Villaro, Laudio o Amurrio, igual que se reclaman en Jerez de la Frontera, en Olivenza o Cartagena», ha afirmado.

Matute cree que sería «desazonador» que la mayoría de izquierdas demostrara «su incapacidad para cumplir la palabra dada por los condicionantes externos a la política de alta influencia, como puedan ser las élites económicas». «Supondría decir a sus votantes que su voto tiene limitaciones, tiene topes. Nosotros vamos a seguir defendiendo esas posiciones y vamos a mantener nuestra palabra», ha aseverado.

Pese a admitir que en esta cuestión, su grupo tiene «una posición tasada, como si estuviera firmada ante notario, defendida en los pueblos y localidades de Euskal Herria, tanto en campañas electorales como fuera de ellas», no cree que, en caso de que no se acepten sus reclamaciones y se apruebe la reforma laboral tal cual está, tenga que suponer «un punto de inflexión» en la postura de la mayoría de la investidura.

«No tiene por qué significar que pasen a ser nuestros adversarios (PSOE y Podemos). Ya habrá otras leyes y volveremos a tener una actitud constructiva, que intente empujar todas las decisiones de este Gobierno hacia posiciones más de izquierdas. Si lo conseguimos, perfecto y, si no, compareceremos ante la gente, y diremos lo que hemos conseguido o lo que no», ha apuntado.

EL APOYO DE CIUDADANOS

Oskar Matute cree que en el Gobierno hay «una cierta disposición» a un acercamiento con Ciudadanos para que la formación naranja apoye la reforma laboral, y considera que «tienen que ver con citas electorales que en algunas lugares se van a dar en el corto plazo».

«Cada partido es muy libre de sumar y buscar la alianzas allá donde quiera encontrarlas. Nosotros no le vamos a decir a ningún partido qué debe o no debe hacer. Nosotros les decimos: ‘si quieres contar con EH Bildu, tienes que ser capaz de querer transitar un camino hacia mayores cotas de derechos y de libertades'», ha manifestado.

En este sentido, ha dicho que tendrá que ser el Ejecutivo el que «estime si merece la pena» conseguir los votos de EH Bildu «por la vía de la admisión de sus propuestas, que son del conjunto de la izquierda, o prefieren desoírlas y buscar los apoyos por otro lado». «Es cosa suya», ha concluido.

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