MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
El Ayuntamiento de Madrid eliminó 251 chabolas dedicadas fundamentalmente al trapicheo de drogas, más conocidas como ‘narcochabolas’ el año pasado, según datos proporcionados a Europa Press por el Área del Desarrollo Urbano.
Concretamente, los técnicos y grúas municipales desmantelaron en el distrito de Chamartín 73 ‘narcochabolas’, 11 en Ciudad Lineal, 22 en Moratalaz, 2 en Puente de Vallecas (2), 39 en Villa de Vallecas (28 de ellas en la Cañada Real Galiana), 6 en Hortaleza, 18 en Tetuán, 3 en Carabanchel, 2 en Fuencarral-El Pardo, y 85 en Villaverde, el distrito con más intervenciones, concretamente un tercio del total.
Precisamente en Villaverde, esta semana desalojaron y demolieron un narcopoblado chabolista ubicado en la calle San Bonifacio y la anterior en la calle Lignito de Villaverde, junto a la Avenida de Andalucía, donde había una veintena de infraviviendas en las que se compraba y vendía drogas. Y en los últimos meses otras en las calles San Dalmacio y San Nomberto.
En estas zonas se están produciendo asentamientos itinerantes de personas dedicadas al trapicheo de drogas y otras actividades, que suelen rehusar el apoyo del Samur Social que siempre se les ofrece. «El mensaje que lanzamos es que Madrid no es ciudad para la ocupación y vamos a luchar contra eso y todos los problemas que genera a la sociedad», indicó este martes en San Bonifacio el concejal delegado Mariano Fuentes, quien además ha destacado la necesidad de concienciar a los jóvenes sobre la drogodependencia.
El Ayuntamiento todas, desde todas las áreas implicadas, está actuando desde 2019 para erradicar las chabolas y los asentamientos ilegales. En estas actuaciones intervienen, además del servicio de disciplina del Área de Desarrollo Urbano, la Policía Municipal, la Junta de distrito y los Servicios Sociales.
Una vez eliminado el ‘narcopoblado’, la propiedad tiene el compromiso de limpiar y vallar ese solar y de tenerlo en buen estado. No obstante, en muchos casos los dueños se desentienden de esta obligación y los drogodependientes y los camellos vuelven a asentarse en las mismas zonas, ya que cuentan con clientes fijos.
