MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
El candidato presidencial de extrema derecha francés Éric Zemmour ha provocado una nueva polémica tras unas declaraciones en las que ha defendido la segregación educativa de las personas con discapacidad.
«La obsesión por la inclusión es un mal camino para los niños y los docentes», afirmó Zemmour el viernes durante un acto en Altos de Francia en el que también defendió la imposición del ‘baby’ o uniforme escolar y una «disciplina de hierro».
En respuesta, la secretaria de Estado para Personas con Discapacidad, Sophie Cluzel, ha afirmado estar «consternada por esta visión de la sociedad» en declaraciones a BMFTV. «¿Qué significa eso? ¿Que los niños discapacitados no son hijos de la República?», se ha lamentado en referencia a la «miserable visión» de Zemmour.
«Estoy enfadada porque soy madre de una joven discapacitada. ¿Qué significa eso? ¿Empieza con los extranjeros, luego las personas discapacitadas? ¿Hasta dónde llegará este hombre?», ha planteado. Damien Abad, presidente de los diputados de LR en la Asamblea Nacional y él mismo con discapacidad, también reaccionó a las palabras de Zemmour.
Por su parte, el presidente del partido conservador Los Republicanos, Damien Abad, él mismo discapacitado, ha criticado esta «lamentable declaración» que busca «excluir a los niños con discapacidad de la escuela en un entorno ordinario» y ha exigido a Zemmour una «disculpa pública».
El propio Zemmour ha publicado una serie de mensajes en Twitter este sábad0: «Para la educación de los niños discapacitados quiero soluciones adaptadas, personalizadas y flexibles: debemos actuar con realismo y generosidad», ha apuntado.
Ha defendido así «que haya puentes entre la escolarización en un centro especializado y otro ordinario porque es en cada etapa de la vida donde debemos estar presentes para apoyar a los más frágiles».
El presidente centrista Emmanuel Macron encabeza las encuestas para las elecciones a doble vuelta del 10 y 24 de abril (entre un 20 y un 25 por ciento) por delante de la candidata de derecha, Valérie Pécresse, o los ultraderechistas Zemmour o Marine Le Pen.