Australia tomó la decisión, pero las opiniones se mantienen divididas en todo el mundo sobre si Novak Djokovic debió recibir la autorización para competir en el Abierto de Australia a pesar de no estar vacunado contra el COVID-19.
En un centro de tenis en Phoenix, el empleado Stan Taylor dijo el domingo que el vestíbulo era un hervidero donde rondaba una sola pregunta: “¿Qué piensas sobre Novak Djokovic?”.
No hay consenso sobre si el jugador número uno del mundo intentó burlar al sistema cuando busco una excepción a las estrictas reglas de vacunación de Australia o si tenía el derecho a defender su título en el torneo. Al final, el ministro de migración del país revocó su visa argumentando interés público y Djokovic fue deportado el domingo.
Djokovic recibió una exención a las reglas de vacunación para disputar el Abierto de Australia, tomando en consideración una previa infección del virus. Pero a su arribo los oficiales de aduana le informaron que la exención no era válida y buscaron deportarlo —esto llevó a una batalla legal de 10 días y un drama político.
Djokovic tiene el apoyo en su país natal Serbia. El presidente aseguró que fue una vergüenza para Australia y le pidió a su compatriota que regrese al lugar en el que sí es bienvenido.
El tenista también es visto como un héroe para el movimiento anti-vacunas. Un manifestante levantó un letrero en apoyo al tenista durante una protesta en Holanda el domingo.
Otros los criticaron rápidamente. Uno de los mejores jugadores de Italia, Adriano Panatta consideró la expulsión de Djokovic de Australia, “el final más natural al asunto”.
La tenista francesa Alize Cornet, sin embargo, expresó su compasión y se reservó cualquier juicio.
“Conozco muy poco la situación para juzgar”, escribió en Twitter. “Lo que sé es que Novak siempre es el primero en estar del lado de los jugadores. Pero nadie estuvo con él. Sé fuerte”.
El tenista británico Andy Murray dijo que espera que no se repita la situación en el siguiente torneo.
En este momento, Djokovic aún podría disputar el próximo Grand Slam, el Abierto de Francia en mayo y junio —si las reglas por el coronavirus no cambian. La ministra de deportes Roxana Maracineanu confirmó hace unas semanas que Djokovic podría calificar para “burbuja saludable” que permite que jugadores sin vacunar entrenen y jueguen.
Lo mismo podría ocurrir con Wimbledon. Inglaterra ha permitido exenciones de varias normativas sobre coronavirus para los atletas visitantes, si permanecen en su alojamiento cuando no compiten o entrenan.
Por su parte, la Asociación de Tenis de Estados Unidos, que dirige el U.S Open, indicó que seguirá las reglas que establezca el gobierno federal, estatal y local con respecto al estatus de vacunación.