Resalta que tres diplomáticos de su misión ante la OCI han recibido visados para desplazarse a Yeda
MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Irán ha mostrado este lunes su disposición a reabrir la Embajada del país en Arabia Saudí, en medio de los contactos entre ambos países durante los últimos meses para intentar limar asperezas y retomar sus lazos bilaterales, cortados en 2016.
El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Said Jatibzadé, ha destacado que esta reapertura «depende de las medidas prácticas por parte del lado saudí» y ha recalcado que Irán dará los pasos necesarios para la apertura de embajadas, según la agencia iraní de noticias Tasnim.
Asimismo, ha desvelado que Riad ha dado visados a diplomáticos iraníes para reiniciar las actividades de la misión de Teherán ante la Organización para la Cooperación Islámica (OCI), que tiene su sede en la ciudad saudí de Yed.
«Nuestro foco ahora es reabrir la misión de Irán ante la OCI en Yeda y, en este sentido, nuestros diplomáticos han recibido visados», ha explicado Jatibzadé, según unas declaraciones recogidas por la agencia iraní de noticias Mehr.
El propio Jatibzadé afirmó la semana pasada que Irán y Arabia Saudí mantendrán una nueva ronda de conversaciones en Irak para intentar limar asperezas, sin facilitar una fecha concreta para estos contactos.
«La próxima ronda de conversaciones con Arabia Saudí, acogidas por Irak, está en la agenda», dijo, al tiempo que incidió en que Teherán, pese a las disputas con Riad, continuará con los contactos para intentar lograr unas «relaciones estables».
Las relaciones entre Arabia Saudí e Irán, principales potencias suní y chií de la región respectivamente, entraron en una profunda crisis en enero de 2016, cuando el Ministerio del Interior saudí anunció la ejecución de 47 personas condenadas por «terrorismo e incitación a la violencia», entre ellas el destacado clérigo chií Nimr al Nimr.
La ejecución de Al Nimr provocó unas protestas en Irán que se saldaron con ataques contra las misiones diplomáticas saudíes en la capital, Teherán, y la ciudad de Mashhad (noreste), lo que llevó a Riad a cortar las relaciones con Irán.
Ambos países mantienen numerosas tiranteces en sus intentos por lograr la hegemonía en la región, incluido su apoyo a bandos enfrentados en las guerras en Yemen y Siria, además de la firme oposición de Riad al programa nuclear de Teherán y el aparente acercamiento saudí al Gobierno de Israel, algo criticado duramente por parte de Irán.
