CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El estado central de México, considerado uno de los seis más violentos del país, acumula en los últimos seis años 7.961 casos de niños, niñas y mujeres adolescentes desaparecidas, señala una investigación que difundió el martes la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) junto a la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM).
Al presentar los resultados del estudio, que contó con el apoyo financiero de la Unión Europea, Adriana González, directora de análisis de contexto de la CNB, indicó en una conferencia virtual que entre el 2015 y el 2021 se reportaron en el estado de México 36.135 casos de desapariciones de menores, de los cuales 28.174 fueron localizados con vida, 1.376 fueron hallados muertos y 7.961 no han sido encontrados.
Del 2019 al 2021, durante la primera mitad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se registraron en la entidad, próxima a la capital mexicana, un significativo incremento de los casos de los menores desaparecidos en comparación con el período entre el 2015-2018.
El estudio señala que para el 2015 se habían reportado 3.212 menores desaparecidos, de los cuales 86,2% fueron encontrados y 13,8% permanecían sin localizarse, mientras que el año pasado hubo 4.018 casos de menores desaparecidos de los cuales 65% fueron hallados y 35% aún continúan sin localizarse.
Ante los resultados del estudio, la directora ejecutiva de REDIM, Tania Ramírez, afirmó que en el país latinoamericano existe una “grave crisis de la desaparición de niños, niñas y adolescentes”.
Ramírez dijo que según cifras de su organización, difundidas el año pasado, en México se reportan cada día 13 niños, niñas y mujeres adolescentes desaparecidas, de los cuales la gran mayoría son encontradas, sólo 20% no se localizaron y 1% se localizan sin vida.
La evaluación cuantitativa del informe encontró que las desapariciones de niños, niñas y mujeres adolescentes en el estado de México están asociadas a la trata con fines de explotación sexual, para realizar actividades ilegales y para adopción ilegal y los feminicidios por violencia doméstica, agresión sexual, actividades criminales y asesinatos seriales.
“Las principales víctimas son niñas de entre 9 y 14 años, en el caso de la explotación sexual, adolescentes para la realización de actividades criminales e infantiles para la adopción ilegal”, refiere el estudio.
Sobre los alcances que tendrá la investigación, el embajador de la UE en México, Gautier Mignot, afirmó que se espera que los resultados brinden insumos técnicos metodológicos en el área del análisis de contexto a la CNB, un órgano oficial que coordina el rastreo de los desaparecidos, para desarrollar estrategias de investigación que fortalezcan las actividades de búsqueda en el país.
México contabilizó hasta finales del año pasado más de 95.000 desaparecidos y 52.000 cuerpos sin identificar en fosas comunes y en morgues del Estado, según reconoció el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas.
El fenómeno de los desaparecidos no es nuevo en México. El problema se agravó en el país, agobiado por la violencia de las organizaciones criminales y el narcotráfico, desde 2006 cuando el gobierno del presidente Felipe Calderón (2006-2012) lanzó una ofensiva militar que no logró erradicar a los cárteles de la droga.