WELLINGTON, Nueva Zelanda (AP) — La densa capa de cenizas en el aeropuerto de Tonga retrasaba el envío de ayuda a la nación insular del Pacífico, donde se reportaron daños significativos varios días después de una enorme erupción volcánica submarina y un tsunami.
El Ejército neozelandés preparaba un necesitado envío con agua potable y otros suministros, pero señaló que la ceniza de la pista retrasaría el vuelo al menos un día. Una gran nube de ceniza que se mantenía en el aire desde la erupción del sábado había impedido vuelos anteriores.
Nueva Zelanda también envió el martes un barco militar a Tonga y esperaba enviar otro durante la jornada. El país prometió una partida inicial de un millón de dólares neozelandeses (680.000 dólares) para los esfuerzos de recuperación.
Por su parte, Australia envió un buque de la Armada de Sydney a Brisbane para preparar una misión de apoyo si fuera necesaria.
Las comunicaciones con Tonga estaban muy limitadas, aunque Nueva Zelanda y Australia enviaron vuelos de vigilancia para evaluar los daños el lunes. Las imágenes aéreas mostraban el frondoso paisaje del pequeño país cubierto de ceniza.
Responsables humanitarios de Naciones Unidas y el gobierno de Tonga “reportan daños estructurales considerables en torno a Tongatapu”, indicó el vocero de Naciones Unidas Stephane Dujarric.
“No ha habido contacto desde el grupo de islas de Ha’apai, y estamos especialmente preocupados por dos islas de baja altitud, Mango y Fonoi, tras vuelos de vigilancia que confirmaron considerables daños a las propiedades”, dijo Dujarric.
La Alta Comisión de Nueva Zelanda en Tonga también reportó “daños considerables” en la costa occidental de Tongatapu, la isla principal, lo que incluía complejos turísticos y la zona de la línea de costa. La policía de Tonga había confirmado dos muertes en el tsunami, incluida la de una ciudadana británica, señaló la comisión.
Imágenes por satélite registraron la espectacular erupción, que produjo una enorme nube de ceniza, vapor y gas con forma de hongo sobre el Pacífico Sur. Olas de Tsunami de unos 80 centímetros (2,7 pies) se estrellaron contra la costa de Tonga y cruzaron el Pacífico, causando daños menores desde Nueva Zelanda hasta Santa Cruz, California. La erupción pudo oírse incluso en Alaska.
Dos personas se ahogaron en Perú, que también reportó un derrame de petróleo después de que las olas desplazaran un barco que estaba transfiriendo crudo en una refinería.
Un factor que complicaba la entrega de ayuda era que Tonga había evitado brotes de COVID-19 hasta ahora. Nueva Zelanda indicó que su personal militar estaba vacunado y dispuesto a seguir los protocolos establecidos por Tonga.
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La periodista de Associated Press Jill Lawless en Londres contribuyó a este despacho.