MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Anders Behring Breivik, el terrorista condenado por asesinar a 77 personas en Oslo y la isla de Utoya en julio de 2011, ha realizado este martes el saludo nazi y defendido el supremacismo blanco en una nueva comparecencia ante el juez que responde a una petición de libertad condicional.
Breivik, que se cambió el nombre a Fjotolf Hansen pero pide que se mantenga su identidad inicial durante los procedimientos judiciales, ha solicitado quedar en libertad apelando a una cláusula de la sentencia que abre la puerta a revisar su encarcelamiento después de diez años entre rejas. La condena le obliga a pasar al menos 21 años en prisión, aunque podría permanecer en la cárcel pasada la fecha si se determina que sigue representando un peligro para la sociedad.
El condenado, de 42 años, ha tratado este martes de desmarcarse de comportamientos violentos, pero su comparecencia ha vuelto a estar salpicada de mensajes y simbología extremista. En varias ocasiones ha realizado el saludo nazi e incluso ha exhibido una pancarta contra el supuesto «genocidio» de las «naciones blancas».
Breivik ya alegó en su día que con su ataque, el peor atentado terrorista de la historia de Noruega, quería proteger a la sociedad del país nórdico. Lejos de arrepentirse, ha exhibido durante esta última década reiterados desafíos ante la Justicia, hasta el punto de que la cadena de televisión estatal noruega, NRK, ha optado directamente por censurar la emisión de su propaganda.
Las vistas judiciales se extenderán durante tres días y, en ella, no se prevén cambios por parte de la Fiscalía, que sigue considerando a Breivik un peligro y, por tanto, reclama su permanencia en prisión. El juez, Dag Bjorvik, le ha pedido este martes que se abstenga de exhibir mensajes políticos, algo a lo que su defensa ha restado importancia.