El primer ministro Boris Johnson negó haber mentido al Parlamento acerca de las fiestas en violación de las cuarentenas, en tanto altos funcionarios dijeron que deberá renunciar si se demuestra que mintió.
Dominic Cummings, excolaborador de Johnson, dice que está dispuesto a declarar bajo juramento que se le advirtió de antemano al primer ministro que una fiesta en el jardín para el personal de Downing Street —la residencia oficial— en mayo de 2020 violaría las normas del coronavirus.
Johnson niega que le advirtieran. Dijo al Parlamento la semana pasada que asistió a la fiesta, considerándola una reunión de trabajo que no violaba las normas.
“Nadie me dijo que eso que hacíamos… contravenía las reglas”, dijo Johnson a la prensa radial el martes. “Cuando salí al jardín pensé que asistía a un evento de trabajo”.
La fiesta en el jardín es una de una serie de fiestas del gobierno presuntamente violatorias de las reglas que investiga la funcionaria Sue Gray.
Gray debe informar a fin de mes acerca de denuncias de que empleados del gobierno realizaban veladas hasta la madrugada, fiestas de “trae tu propio alcohol” y “viernes con vinos” en 2020 y 2021 mientras regían las restricciones por el coronavirus. Las denuncias han provocado ira, incredulidad y burlas generalizadas, al punto de que algunos miembros del Partido Conservador gobernante han reclamado la renuncia de Johnson.
El jefe del Tesoro, Rishi Sunak —a quien se menciona como posible sucesor de Johnson— ha dicho que cree las explicaciones del jefe de gobierno. Pero dijo que “el Código Ministerial es claro” en cuanto a las consecuencias de mentirle al Parlamento. Los ministros que lo hacen deben renunciar.
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El viceprimer ministro Dominic Raab coincidió en que mentirle deliberadamente al Parlamento era “normalmente… causal de renuncia”. Pero sostuvo que la afirmación de Cummings de que Johnson estaba advertido sobre la fiesta era una “patraña”.
Cummings, un arquitecto de la victoriosa campaña de 2016 para sacar a Gran Bretaña de la Unión Europea dejó el gobierno a fines de 2020 y se ha convertido en un crítico furibundo del primer ministro al que ayudó a llegar al poder.