FORT-DE-FRANCE, Martinica (AP) — Un tribunal de apelación de la isla francesa de Martinica, en el Caribe, desestimó el martes una solicitud de grupos que pedían reparaciones por la esclavitud, lo que supone un golpe a los esfuerzos iniciados hace más de 15 años.
La corte dio varias razones para su fallo, señalando que hay un estatuto de prescripción para esos crímenes y que una ley francesa ya permite la aplicación de ciertas medidas destinadas a “aportar una contribución conmemorativa al reconocimiento de la esclavitud y la trata de esclavos”, y que no corresponde al poder judicial decidir si esas medidas son suficientes.
Patrick Baudouin, uno de los dos abogados que representan al Estado francés, dijo que la sentencia “no es una decisión negacionista que cuestiona la abominación de la esclavitud”, sino que los demandantes están apuntando al objetivo equivocado: “No es responsabilidad de un juez conceder reparaciones, siglos después”.
En Francia se abolió la esclavitud en 1848, y los abogados del gobierno han argumentado que la llamada ley Taubira —que data de 2001 y lleva el nombre de un candidato a la presidencia francesa de 2022— permite reconocer la trata de esclavos y la esclavitud como crímenes contra la humanidad, pero que la cuestión de las reparaciones económicas había sido desestimada.
Sin dejarse intimidar por la sentencia del martes, el Movimiento Internacional por las Reparaciones y otros más que se unieron a la demanda contra el gobierno francés prometieron buscar una sentencia de la Corte Suprema sobre un procedimiento legal civil que iniciaron en 2005.
Los tribunales franceses han rechazado en varias ocasiones su petición, pero ha sido el Tribunal Europeo de Derechos Humanos el que la ha mantenido viva al admitir sus reclamaciones.
“La historia nos dará la razón, y el tiempo está de nuestro lado”, dijo Garcin Malsa, presidente del movimiento, quien añadió que “este asunto pondrá al descubierto los horrores del colonialismo francés y europeo. Vamos a animar al mayor número posible de afrodescendientes a presentar una demanda”.
La cuestión de las reparaciones es ampliamente debatida en todo el Caribe, donde se calcula que 5 millones de esclavos fueron traídos por las potencias coloniales, entre ellas Inglaterra y Francia, y obligados a trabajar en las plantaciones de azúcar y otros campos de cultivo bajo condiciones brutales.
El poeta y político martiniqués Aimé Césaire, fundador del movimiento Négritude, declaró en una entrevista concedida en 2001 al diario francés L’Express, que no estaba a favor del arrepentimiento ni de las reparaciones.
“En mi opinión, esta idea de las reparaciones es incluso peligrosa”, dijo. “No me gustaría que un buen día Europa se dijera a sí misma: ’¡Bueno, aquí está la nota o el cheque, y no hablemos más del tema! No hay reparación posible para algo que es irreparable y que no es cuantificable”.
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El periodista de The Associated Press Nicolas Vaux-Montagny contribuyó a este despacho desde París.