MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
Repsol ha lanzado Shyne (Spanish Hydrogen Network), un proyecto para liderar el desarrollo del hidrógeno renovable en España a través de la movilización de una inversión total de 3.230 millones de euros, poniéndose así a la cabeza de la carrera desatada entre los grandes del sector energético por encabezar el impulso de esta tecnología en el país.
En concreto, Shyne, que concentrará una inversión de Repsol de unos 2.250 millones de euros -casi el 90% del ‘capex’ de la multienergética para hidrógeno verde hasta 2030- nace como un consorcio, el mayor de España para esta tecnología, integrado por 33 entidades de diferentes sectores con el objetivo de promover proyectos de hidrógeno ‘verde’ en todos los ámbitos de la economía española y fomentar una descarbonización a través de este vector energético, clave en la transición energética.
En el acto de presentación, que contó con la presencia de la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, y el secretario general de Industria y Pyme, Raül Blanco, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, calificó Shyne como una iniciativa «muy motivadora» que va a «permitir unir capacidades, juntar fuerzas y contribuir con más sinergias» a alcanzar el objetivo de la descarbonización en país.
Además, el directivo destacó la capacidad vertebradora del proyecto, con presencia en una decena de comunidades autónomas del país, y de permitir a España aprovechar su capacidad tecnológica e industrial «para ser líder a nivel europeo» en el desarrollo del hidrógeno verde, generando también más de 13.000 empleos, «la mayor parte industriales, que son más estables, mejor pagados y más resilientes», añadió.
«Para alcanzar la neutralidad climática no hay sólo un camino, hay muchas vías, y el hidrógeno renovable aparece como una vía clara, la mejor solución en un futuro para el transporte pesado y la industria», dijo.
Junto a Repsol, forman parte del consorcio instituciones y empresas destacadas de los sectores energéticos, de la industria o el transporte como Enagás, Alsa, Bosch, Celsa, Talgo, Scania, Iberia, Navantia, Sidenor, Pymar, SEPI o Tubacex, entre otras.
Como socios colaboradores de los proyectos se encuentran once asociaciones, centros tecnológicos y universidades, como la Asociación Española de Hidrógeno (AEH2), el Centro Nacional de Experimentación de Tecnologías de Hidrógeno y Pilas de Combustible (CNH2), la Sociedad Española de Cerámica y Vidrio, el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG), la Fundación para el Desarrollo de la Nuevas Tecnologías del Hidrógeno en Aragón (FHa), la Fundación Instituto de Investigación de la Energía de Cataluña (IREC), Tecnalia y Cidetec, así como las universidades de Castilla-La Mancha y Alicante.
UN OBJETIVO DE 2 GW EN 2030.
El proyecto nace con unos objetivos ambiciosos de desarrollo de la producción de hidrógeno renovable, con unas metas para instalar 500 megavatios (MW) en 2025 y dos gigavatios (GW) en 2030, lo que supone la mitad de las aspiraciones marcadas en la Hoja de Ruta del Hidrógeno del Gobierno de España.
Además, aspira a generar un ecosistema que conecte las grandes iniciativas regionales en torno al hidrógeno que ya se están poniendo en marcha, como el Corredor Vasco del Hidrógeno (BH2C), el Valle del Hidrógeno de Cataluña y el Valle del Hidrógeno de la Región de Murcia.
Asimismo, prevé la creación de dos nuevos hub de innovación, cuyo objetivo será el desarrollo de tecnologías competitivas que se encuentran aún en desarrollo, como la fotoelectrocatálisis.
Por su parte, la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, consideró que el proyecto representa una «iniciativa muy singular y necesaria en este momento tan importante» en la carrera por el impulso al hidrógeno renovable, considerado «estratégico» y una «oportunidad que no se puede perder» para ser «líderes», dijo.
«El hidrógeno renovable es un proyecto país y una pieza fundamental en el puzzle para completar la descarbonización», destacó Aagesen, subrayando que el objetivo es que España sea capaz de «innovar y diseñar» en esta tecnología, «estando desde el principio» de su desarrollo. «Estamos en una década de gran carrera por el liderazgo tecnológico y España y sus empresas quieren estar en esa carrera», destacó.
Mientras, el secretario general de Industria y PYME, Raül Blanco, afirmó que España «tiene una oportunidad única y toda la capacidad para liderar la cadena de valor industrial del hidrógeno en Europa», para lo que este proyecto «es un gran ejemplo».
AYUDA DE LAS ADMINISTRACIONES PARA AGILIZAR LOS TRÁMITES.
Por otra parte, el consejero delegado de Enagás, Marcelino Oreja, que participó también el acto, subrayó que la colaboración público-privada «es crítica» para el impulso del hidrógeno verde, para lo que pidió «ayuda» a las Administraciones, «no solo con fondos, sino agilizando los trámites».
«Si no es así no llegaremos a tiempo, necesitamos ayuda en la simplificación de la tramitación administrativa. Estamos en un lugar privilegiado por el sol y el viento, pero estamos compitiendo con otro y la colaboración es fundamental», aseguró.
Al frente de este proyecto, Repsol toma así la delantera en la carrera por el hidrógeno verde, que se ha convertido en un caballo de batalla en el panorama energético español, con los principales grupo del sector inmersos en liderar su desarrollo.
EL HIDRÓGENO RENOVABLE, UN PROYECTO PAIS.
El hidrógeno renovable se ha convertido para España en un pilar básico dentro del proyecto país. De hecho, el Gobierno lanzó una hoja de ruta con el objetivo de ser líder en esta tecnología que establece, entre otros, el objetivo de alcanzar 4 GW de capacidad de producción en 2030, un 10% del total de la UE.
Y es que la cantidad y la calidad de los recursos renovables le otorgan al país una ventaja competitiva en el desarrollo del hidrógeno renovable, con el objetivo de convertirse en un hub internacional de esta tecnología.
Tal es el papel prioritario que le ha concedido el Gobierno que será el elemento del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) para impulsar las energías ‘verdes’ que recibe más apoyo, con un total de los 1.555 millones de euros, que se estiman que movilizarán otros 2.800 millones de capital privado.
Sumará así 4.355 millones de euros, algo más de un cuarto de los 16.300 millones que el Ejecutivo pretende movilizar con este PERTE para las renovables.