La OLP denuncia que «son resultado del silencio de la comunidad internacional ante los crímenes israelíes»
MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
El primer ministro palestino, Mohamad Shtayé, ha acusado a Israel de llevar a cabo una «limpieza étnica» tras la demolición de varias viviendas en el barrio de Sheij Jarrá, en Jerusalén Este, y el desalojo de las familias palestinas que vivían en ellas.
«Este crimen es parte de las políticas (israelíes) de persecución, racismo y limpieza étnica contra los propietarios locales a favor de los colonos», ha señalado Shtayé, según ha informado la agencia palestina de noticias WAFA.
Así, ha pedido a Naciones Unidas que intervenga para «poner fin» a estas prácticas, mientras que el Ministerio de Exteriores palestino se ha sumado a las denuncias y ha afirmado que Israel busca «expulsar» a los palestinos de Jerusalén para lograr una «mayoría» de residentes judíos.
El Departamento de Negociaciones de la Organización de Liberación Palestina (OLP) ha manifestado a través de su cuenta en la red social Twitter que los desalojos y derribos «son resultado del silencio de la comunidad internacional ante los crímenes israelíes».
El organismo ha citado entre ellos «la política sistemática de limpieza étnica para reemplazar a los habitantes palestinos originales con más colonos israelíes», al tiempo que ha criticado el desalojo de la familia Salhia de Sheij Jarrá por parte de las fuerzas de seguridad de Israel.
Por su parte, el representante de la Liga Árabe para Asuntos Palestinos, Said Abú Alí, ha recalcado que los derribos de viviendas en Sheij Jarrá son «un crimen de guerra» y «una limpieza étnica», antes de incidir en que estas políticas buscan «forzar a los palestinos a abandonar su patria».
La Alcaldía de Jerusalén ha indicado que tiene planes para construir una escuela para niños palestinos con necesidades especiales en el lugar, así como seis guarderías y otras instalaciones públicas, en la que supone la primera evacuación en Sheij Jarrá desde 2017.
Sin embargo, la familia palestina ha negado este extremo y ha señalado que ha vivido en el lugar desde los años cincuenta, después de que los terrenos fueran comprados a propietarios árabes. Los intentos de desalojo fueron paralizados el lunes después de que los propietarios prometieran inmolarse y destruir las casas.
Las críticas de las autoridades palestinas llegan después de que los ministerios de Asuntos Exteriores de España, Alemania, Francia e Italia pidieran a Israel «detener permanentemente los procedimientos de desalojo y demolición en Jerusalén Este, así como en el área C, ya que contribuyen a alimentar las tensiones en la zona».
En esta línea, el portavoz de Exteriores de la Unión Europea, Peter Stano, afirmara el miércoles que «la posibilidad de nuevos desalojos de familias palestinas de las casas en las que han vivido durante décadas en los barrios de Sheij Jarrá y Silwan, en Jerusalén, plantea el riesgo de alimentar las tensiones sobre el terreno y contribuye a la preocupante tendencia de un número creciente de demoliciones y desalojos en Cisjordania, incluido Jerusalén Este».
Asimismo, el Ministerio de Exteriores de Turquía condenó «el desalojo forzoso» de la familia y afirmó que «las decisiones que lleven a la expulsión y desplazamiento en Sheij Jarrá y otras partes de los territorios ocupados violan el Derecho Internacional y los Derechos Humanos».
«Las prácticas unilaterales de Israel, que socavan el estatus demográfico y legal de Jerusalén, minan la visión de una solución de dos estados sobre el terreno para una paz duradera», argumentó el Ministerio en un comunicado publicado a través de su página web.
Sheij Jarrá ha sido escenario de importantes tensiones durante los últimos meses por los planes de desalojo de las autoridades israelíes, que han sido denunciados por la Autoridad Palestina y activistas como parte de un proceso de expulsión de residentes palestinos de Jerusalén.
Las tensiones alcanzaron su máximo en mayo de 2021, cuando se produjeron protestas y disturbios por un plan de desalojo en la zona que, tras unos incidentes en la Explanada de las Mezquitas, derivó en unos combates durante varios días entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).