JERUSALÉN (AP) — El procurador general de Israel informó el jueves que abrirá una investigación sobre el uso policial de tecnología de espionaje telefónico después de que surgieran reportes de que algunos investigadores la utilizaron sin la autorización adecuada.
En una carta de cuatro páginas, el fiscal Avichai Mandelblit señaló que aún no encuentra evidencia que respalde las acusaciones publicadas en el diario israelí Calcalist, que señala que la policía espió sin la aprobación de la corte a líderes de un movimiento de protesta contra el entonces primer ministro Benjamin Netanyahu, así como a alcaldes y otros ciudadanos. Sin embargo, Mandelblit indicó que aún existen muchas dudas y anunció la creación de una comisión investigadora encabezada por un alto delegado.
Los casos específicos que mencionó el periódico “presentan un panorama muy perturbador”, aseguró, pero no proporcionan “suficiente información concreta” para identificar casos de uso inapropiado.
La misiva de Mandelblit se produjo horas después de que el jefe de la policía de Israel informara que ordenó una amplia investigación sobre los señalamientos publicados en el diario. El Calcalist publicó esta semana que la policía había utilizado el spyware Pegasus de la compañía NSO Group para espiar a algunos de los rivales políticos de Netanyahu, así como para otros usos indebidos.
La policía desestimó el reporte y aseguró que únicamente opera bajo lo establecido por las leyes. Sin embargo, la publicación desató indignación entre legisladores y provocó múltiples investigaciones de parte de varias autoridades israelíes.
NSO Group no identifica a sus clientes y asegura que no tiene conocimiento de quién es espiado. La compañía dice que sus productos son para utilizarse en contra de criminales y terroristas y no tiene control sobre la manera como sus clientes usan el programa. Israel, que regula a la compañía, no ha dicho si sus fuerzas de seguridad utilizan el spyware.
La compañía israelí ha enfrentado un creciente escrutinio en torno al programa Pegasus, que ha sido vinculado al espionaje de defensores de los derechos humanos, periodistas y políticos de todo el mundo. En noviembre, el Departamento de Comercio de Estados Unidos le prohibió a NSO el uso de ciertas tecnologías estadounidenses, argumentando que sus herramientas han sido utilizadas para “represión transnacional”.
Al anunciar la pesquisa, el comisionado de policía Kobi Shabtai dijo que inmediatamente después de la publicación del reporte, la policía abrió “una minuciosa investigación interna” que sigue sin encontrar alguna instancia de vigilancia ilícita. Hizo un llamado al periódico para proporcionar “detalles concretos que nos permitan inspeccionar los supuestos incidentes”.
En su publicación del martes, Calcalist no menciona a ninguna de las personas cuyos teléfonos supuestamente fueron hackeados, así como tampoco cita ninguna fuente que pertenezca actualmente o haya pertenecido a la policía, al gobierno o a NSO. El reporte hacía referencia a ocho supuestos ejemplos en que la unidad secreta de inteligencia de la policía utilizó Pegasus para espiar a ciudadanos israelíes, incluyendo el hackeo de teléfonos de manifestantes, alcaldes, un sospechoso de homicidio y opositores al Desfile del Orgullo de Jerusalén, todos ellos sin contar con una orden de la corte o la supervisión de un juez.
Shabtai dijo que “si resulta que hubo instancias específicas en que se violaron las regulaciones, la policía trabajará bajo mis órdenes para mejorar y corregir”, comprometiéndose a una absoluta transparencia. Al mismo tiempo, defendió el uso legítimo de este tipo de tecnologías para combatir al crimen.