NUEVA YORK (AP) — Un empresario de Florida que ayudó a Rudy Giuliani a buscar información perjudicial para el ahora presidente Joe Biden en Ucrania será sentenciado en las próximas horas en otro caso, de financiación ilícita de campañas políticas.
Igor Fruman se declaró culpable en septiembre de solicitar una donación a un ciudadano extranjero.
Como parte de su declaración, confesó haber solicitado 1 millón de dólares al empresario ruso Andrey Muraviev para donar a campañas republicanas en Nevada, Florida y otros estados como parte de un intento de lanzar una empresa de marihuana para consumo recreativo.
Los fiscales federales en Nueva York han pedido al juez J. Paul Oetken que condene a Fruman a una pena de entre tres y cuatro años de prisión, pero sus defensores dicen que no debería ir a la cárcel porque, aparte de esa falta, siempre ha sido respetuoso de la ley.
El otro acusado en el caso es Lev Parnas, otro empresario de Florida que participó del intento de Giuliani de perjudicar a la campaña presidencial de Biden.
Los dos sirvieron de enlaces entre Giuliani y funcionarios y magnates ucranianos cuando el exalcalde de Nueva York trató de convencer a los fiscales en ese país que investigaran a Hunter Biden, hijo del entonces candidato presidencial demócrata, por su trabajo para una empresa de energía.
Los fiscales estadounidenses no han presentado cargos en relación con la campaña de influencias ucranianas, que fue el tema de uno de los juicios políticos al entonces presidente Donald Trump, sino que se han enfocado en las donaciones de Fruman y Parnas a políticos estadounidenses al tratar de ganar influencia en círculos republicanos.
Parnas fue sentenciado en octubre de delitos de financiación de campañas y aguarda su sentencia.
Políticos que recibieron las donaciones ilícitas, como el gobernador de Florida, Ron DeSantis y el exprocurador general de Nevada, Adam Laxalt, han dicho que desconocían la procedencia extranjera de las donaciones.