MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
Guerrilleros de la división de las FARC Frente 28 han reconocido la autoría de un atentado con coche bomba que se cobró el pasado jueves la vida de una persona y dejó otros 20 heridos en la localidad de Saravena, en el departamento colombiano de Arauca, según ha comunicado la misma banda en un vídeo al que ha tenido acceso ‘El Colombiano’.
En el vídeo, los integrantes de esta disidencia han explicado que con «esta acción violenta» han logrado «dar un golpe» a las estructuras urbanas del Ejército de Liberación Nacional (ELN), una organización guerrillera de extrema izquierda.
El Frente 28 ha asegurado que ha destruido el centro urbano del ELN, donde, según la disidencia de las FARC, «se han desplegado acciones para la población civil».
El atentado que proclama la subdivisión de la organización guerrillera colombiana tuvo lugar en la noche del pasado miércoles, frente a la sede de la Fundación de Derechos Humanos Joel Sierra de la ciudad de Saravena y con una fuerte presencia policial en la zona.
El presidente de Colombia, Iván Duque, condenó el pasado jueves en su cuenta de Twitter el «miserable atentado terrorista» y aseguró que las fuerzas de seguridad colombianas siguen fortaleciendo el control territorial en la zona «para acorralar a los grupos armados y garantizar la seguridad de la población».
El gobernador de Arauca, Alejandro Miguel Navas Ramos, también rechazó el ataque, al tiempo que pidió a los grupos armados que cesasen los ataques en la zona.
«No es posible que la intolerancia de los grupos al margen de la ley siga afectando la tranquilidad de la comunidad del municipio de Saravena», explicó en un comunicado.
El representante de Naciones Unidas en Colombia y jefe de la Misión de Verificación de la ONU, Carlos Ruiz Massieu, pidió el pasado viernes ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas un refuerzo en la presencia del estado en el departamento de Arauca.
«Las condiciones en Arauca empeoraron recientemente debido a las acciones del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y grupos disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), lo que ofrece más evidencia de la necesidad de fortalecer la presencia del estado e implementar un política de disolución de grupos ilegales», explicó.