MADRID, 22 (Portaltic/EP)
La edad media a la que niños y adolescentes acceden a su primer teléfono móvil es cada vez más baja y en la actualidad se sitúa por debajo de los 11 años, según un estudio de Unicef, mientras que en el caso de España, el 69 por ciento de los niños de entre 10 y 15 años ya tiene un ‘smartphone’ de acuerdo a datos de Statista.
Los más jóvenes pasan también cada vez más tiempo utilizando sus dispositivos tecnológicos, y pasan una media de 711 horas y 45 minutos al año frente a una pantalla, como ha compartido la plataforma de bienestar y seguridad para familias Qustodio.
Esta empresa ha recopilado una serie de consejos para asegurar que el acceso a un ‘smartphone’ de niños y adolescentes, que puede alargarse pero al fin y al cabo es necesario, se lleve a cabo de una forma lo más responsable posible.
Aprender sobre los riesgos de Internet es el primer paso que tienen que dar los padres antes de dar el paso. Si bien las ventajas son evidentes, el ámbito ‘online’ es bastante desconocido para muchos padres y madres e introducir a los menores en él a ciegas puede ser peligroso.
El ‘ciberbullying’ es uno de los principales peligros de la red, algo que según el último estudio de la compañía solo preocupa al 2 por ciento de las familias, a pesar del aumento en estas formas de acoso reflejado desde la pandemia.
Hablar las cosas y llegar a un consenso es otra de las medidas más recomendadas para las familias, poniendo la madurez de los hijos por delante de las edades recomendadas para ofrecer el primer ‘smartphone’.
Saber si los menores están o no preparados para tener un móvil empieza por una comunicación abierta en la que se llegue a un acuerdo sobre su uso, como ha explicado Qustodio.
Uno de estos acuerdos pasa por establecer límites horarios, de forma que la tecnología no afecte al sueño. Para asegurar el descanso es recomendable evitar que el teléfono móvil esté en el dormitorio, así como desaconsejar el uso de las pantallas una hora antes de acostarse.
Otro aspecto importante es el de asegurar la privacidad de las cuentas de las plataformas en las que los menores tienen actividad, para saber si las publicaciones son visibles para todo el público o simplemente para familiares y amigos. Los expertos recomiendan limitar el acceso y optar por un perfil privado.
Los sistemas de control parental suponen una de las formas más sencillas y efectivas de evitar que los menores accedan a contenidos inadecuados o abusen del móvil durante el día. El uso de estas aplicaciones de control puede evitar discusiones y malentendidos.
Un aspecto que a menudo queda desatendido es el de predicar con el ejemplo. El comportamiento de los padres frente a las pantallas ha de ser tan saludable como el que se les exige a los menores.
De acuerdo con el estudio Digital 2021 de Hootsuite y We Are Social, los españoles pasan una media de 6 horas y 11 minutos diarios utilizando el teléfono móvil, una cifra muy alta que puede influir en las rutinas digitales de los menores.
Por último, los expertos destacan la importancia de enseñar a valorar y cuidar el dispositivo a los menores, que entiendan que es una herramienta y no un juguete y que su función principal es la de poder estar comunicados con ellos.
Además, se trata de artículos caros, por lo que es necesario que comprendan que un móvil conlleva una serie de responsabilidades con las que tienen que cumplir.