WELLINGTON, Nueva Zelanda (AP) — Los neozelandeses afrontaban nuevas restricciones contra el COVID-19 después de que se detectaran nueve casos de la variante ómicron del virus en una familia que viajó a Auckland para una boda este mes, según anunció el domingo la primera ministra, Jacinda Ardern.
El llamado “nivel rojo” de la respuesta a la pandemia incluía uso obligatorio de mascarillas y límites a la reuniones de personas. Las medidas entraban en vigencia el lunes.
Ardern recalcó que “no es un confinamiento”, y señaló que los negocios podían seguir abiertos y la gente aún podría visitar a familiares y amigos y moverse con libertad por el país.
“Nuestro plan para gestionar los casos de ómicron en la primera fase es el mismo que con delta, donde haremos pruebas diagnósticas, rastrearemos contactos y aislaremos casos y contactos con rapidez para frenar la expansión”, dijo la mandataria a la prensa en Wellington.
Nueva Zelanda era uno de los pocos países que quedaban que habían evitado brotes de la variante ómicron, aunque Ardern admitió la semana pasada que el brote era inevitable porque la variante es especialmente contagiosa.
El país ha logrado contener la expansión de la variante delta con una media de unos 20 casos diarios. Pero ha visto crecer el número de personas que llegan al país y pasan a cuarentena obligatoria porque están contagiadas con ómicron.
Eso ha puesto a prueba el sistema de cuarentena y provocado que el gobierno limite el acceso a ciudadanos que regresan mientras decide qué hacer con la reapertura de fronteras, lo que ha enojado a muchas personas que quieren regresar a Nueva Zelanda.
En torno al 93% de los neozelandeses a partir de 12 años ha completado su vacunación, y el 52% ha recibido una dosis de recuerdo. El país acaba de empezar la vacunación de niños entre los 5 y los 11 años.
La familia de la región de Nelson-Marlborough asistió a una boda y a otros eventos durante su estancia en Auckland, donde entró en contacto con “más de 100 personas”, según las estimaciones, indicó Ardern.
“Eso significa que ómicron ya circula en Auckland y posiblemente en la región Nelson-Marlborough, si no en otros lugares”, añadió.
El paso al nivel rojo también afectaba personalmente a Ardern. La primera ministra tenía previsto casarse el fin de semana próximo, pero la celebración se pospuso debido a las nuevas restricciones.
“Simplemente me sumo a muchos otros neozelandeses que han tenido una experiencia como esa como resultado de la pandemia, y a cualquiera que se haya visto en esa situación: lo lamento mucho”, dijo.