Se actúa en medio ambiente, emprendimiento, mujeres e infancia
ZARAGOZA, 24 (EUROPA PRESS)
El convenio entre el Gobierno de Aragón y la Universidad de Zaragoza en materia de cooperación al desarrollo para 2021 ha permitido desarrollar tres proyectos –dos en Colombia y uno en los campamentos de refugiados saharauis– con cerca de 45.000 euros.
En concreto, el Ejecutivo autonómico ha aportado 44.459,06 euros, con cargo al Fondo de Solidaridad con los países más desfavorecidos, una colaboración entre ambas instituciones que se inició en 2010 y que se ha ido renovando a través de diferentes convenios, algunos de los cuáles han incorporado actuaciones concretas en materia de intercambio universitario.
La consejera de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento del Gobierno de Aragón, Maru Díaz, ha remarcado que esta trayectoria «avala» el trabajo de ambas instituciones en este ámbito, ha subrayado la importancia de las relaciones internacionales «para entender mejor nuestro mundo» y ha considerado «difícil apostar por la justicia social, si no se tiene una visión global».
Asimismo, ha estimado que es «responsabilidad» de una universidad pública formar en valores como los de «igualdad y justicia», «crear ciudadanos libres, críticos» y «conscientes del mundo global y todavía injusto en el que vivimos», algo que a través de estos proyectos se hace posible.
Díaz también ha esgrimido que son proyectos concretos con «incidencia global» y que parten «de la creencia de que el mundo puede ser mejor y tenemos la responsabilidad de que así sea». Ha apostado por «mantener la cooperación como responsabilidad democrática» frente a quienes la utilizan «como herramienta política».
«EXPLICAR LO QUE HACEMOS»
La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, ha opinado que la mejor manera de defender los proyectos de cooperación es «explicar lo que hacemos» para «mejorar la situación en el territorio» y «dar ejemplo de un mundo más justo y solidario».
Asimismo, ha enfatizado la importancia de las entidades que trabajan en este ámbito y de las comunidades locales ya que son éstas las que saben mejor qué hacer en su entorno. En relación con los tres proyectos realizados en 2021, ha destacado, por ejemplo, que estudiantes de Magisterio vayan a realizar prácticas a Colombia, así como la educación ambiental.
Igualmente, ha mencionado la importancia del emprendimiento, el trabajo con las mujeres y con la infancia. «La pandemia nos tiene a todos agotados, pero no saldremos de ella, si no salimos todos juntos» y ha defendido la necesidad de que la vacunación contra la COVID-19 llegue a todos los países.
El rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral, ha resaltado el trabajo que se desarrolla gracias a estos proyectos, más allá «de lo que se supone que hacemos» y que también implica «formar» a los estudiantes.
«Hay un mundo fuera de nuestro primer mundo» y «trabajamos con personas que no pueden venir y para mejorar sociedades que también necesitan avanzar», quedando en el territorio la labor que se desarrolla en él.
Mayoral ha remarcado lo que supone de formación para el estudiantado, que en la UZ tiene créditos reconocidos por cooperación, y «al mismo tiempo, nosotros aprendemos», logrando entre todos «un planeta más justo y aprovechar bien los recursos», en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
PROYECTOS
Una comisión mixta se encarga de la supervisión y evaluación de los convenios y ha sido la que ha elegido los tres proyectos desarrollados en 2021. El primero es el denominado ‘Desarrollo de un sistema de alerta sísmica temprana en el área metropolitana de Bucaramanga (Colombia) y formación a la ciudadanía y a las comunidades locales colombianas de esta zona para la prevención de riesgos sísmicos y naturales’.
Ha contado con una aportación de 26.385 euros por parte del Gobierno de Aragón y ha sido presentado Rafael de Miguel, quien ha precisado que han podido instalar estaciones sísmicas de alerta temprana, cuyos datos llegan a la población a través de una aplicación móvil.
Además, se han impartido 20 sesiones de formación a profesionales, técnicos municipales y comunidades sociales de base de la zona y se ha fomentado la educación para la ciudadanía en el ámbito ambiental. Por otro lado, ha mencionado las prácticas realizadas en la zona por parte de estudiantes de Magisterio de la UZ.
La segunda iniciativa es el ‘Proyecto Talha: teleintervención a través de la app ATENTIO en la atención temprana con población saharaui refugiada’, presentado por Ahmed H. Islem, del Colectivo LEFRIG. La partida destinada a este proyecto por el Gobierno de Aragón se ha elevado a 9.084,06 euros.
Según ha dicho Ahmed H. Islem, este proyecto se inició en 2017 para prestar atención terapéutica a niños con diversidad funcional, que se da ahora en el complejo hospitalario Chehid Bol-la/Casa Paradiso y en jaimas particulares de los campamentos de refugiados saharauis.
Además, a causa de la pandemia, han prestado atención terapéutica por medios telemáticos a través de una app y esta Semana Santa quieren viajar hasta los campamentos para hacer una evaluación de esta acción. Ha subrayado la implicación de la comunidad estudiantil en este proyecto desde su inicio, que también ha servido para sensibilizar a la comunidad saharaui.
LIDERAZGO FEMENINO
La iniciativa ‘Emprendimiento y liderazgo para mujeres. Innovación social: Tejidos territoriales con rostro femenino en el departamento de Tolima (Colombia)’ ofrece herramientas útiles para emprender y trabajar en red, así como psicosociales para hacer frente a los obstáculos específicos que se encuentran las destinatarias por ser mujeres. La aportación del Gobierno de Aragón para este proyecto ha sido de 8.990 euros.
El proyecto busca contribuir al desarrollo de la región y la dinamización del territorio a través de procesos de innovación social colectiva entre las mujeres y la Universidad de Zaragoza. Para eso, se ha impartido, durante un mes, formación destinada a mejorar las capacidades de las mujeres del sur del Departamento de Tolima para que asuman liderazgos transformadores, generen autonomía y aumenten su capacidad de gestión.
Las promotoras del mismo, María Isabel Saz Gil y Ana Isabel Gil Lacruz, han detallado que han trabajado con tres entidades locales de otros tantos municipios –Planadas, Chaparral y Río Blanco–, así como en colaboración con la Universidad de Ibagué, con 32 mujeres y tres hombres, hijos de algunas de ellas que quieren continuar con los proyectos, que consisten en una finca autosostenible que vende su producción; un restaurante ligado a una entidad de caficultura; y un herbolario para vender plantas y semillas, así como para un proyecto educativo y museo.
