MADRID, 24 Ene. (EDIZIONES)
Brent García, de 40 años, se cansó de que su mujer le preguntara dónde estaba el mando a distancia cada vez que se perdía en su casa de Las Vegas, Nevada, Estados Unidos.
Con un taladro, Brent perforó un pequeño agujero en el mando a distancia y luego le colocó un llavero. El otro extremo del llavero estaba unido a una gran bola de goma roja, bastante más grande que el propio mando.
De esta manera, García consiguió que el mando no se perdiera, incluso cuando se metía en los espacios más recónditos del sofá. «Gracias a este inventó no tendré que buscar durante horas el dichoso mando», fueron las declaraciones de Brent. Un ingenioso truco que prometió patentar si tenía éxito.