Los biólogos mexicanos Leslie Elisa Nava Flores y David Olaf Santillán, quienes se quedaron atrapados en Tonga tras la erupción del volcán Hunga Tonga Hunga Ha’apai, lograron este martes salir de la isla y se dirigen a Nueva Zelanda, tras lo cual partirán rumbo a México.
“¡Estamos volando a Nueva Zelanda en este momento! México, nos vemos pronto”, escribieron Elisa y David en su blog de Facebook.
Los mexicanos agradecieron “al apoyo de toda la comunidad australiana e inglesa en Tonga”, así como a todos sus “amigos de Tonga, a la familia, a la Embajada de México en Nueva Zelanda y la SRE por darnos el apoyo total desde el inicio de esta contingencia”.
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Los científicos salieron en un vuelo comercial y se dirigieron a Auckland, donde serían recibidos por personal de la embajada de México en Nueva Zelanda.
“Ambos esperamos ver pronto a nuestras familias en México”, en un video difundido por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
▶️ «Ambos esperamos ver pronto a nuestras familias en México🇲🇽».
— Relaciones Exteriores (@SRE_mx) January 26, 2022
Los biólogos mexicanos que permanecían en Tonga ya están en Nueva Zelandia, sanos y salvos, y vienen de regreso a casa.
¡Los esperamos! pic.twitter.com/QND5Pvbmcg
Elisa y David, egresados de la FES Iztacala de la UNAM, buzos profesionales, vivían en Nukualofa, capital de Tonga, desde hace un par de años, donde trabajaban en el resguardo de un arrecife de coral y otras especies marinas.
Sin embargo, la erupción del 15 de enero, y el tsunami que ocasionó, afectaron a varias islas de Tonga, entre ellas Nukualofa, cuyos residentes quedaron incomunicados. Elisa y David lograron refugiarse en un hotel y el sábado 15, poco antes de la erupción, David logró comunicarse con su familia para informarles que estaban bien.
Personal de la embajada británica les prestó un teléfono satelital para que pudieran entablar comunicación.
Las familias de los mexicanos pasaron días de angustia, pues si bien sabían que estaban a salvo, veían las condiciones difíciles que imperaban en Tonga tras la erupción y el tsunami. La embajada de México en Nueva Zelanda logró entablar comunicación con los biólogos, que finalmente pudieron salir de Tonga.
