MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha reclamado este miércoles evacuar a cientos de niños que se encuentran atrapados por los combates en una prisión en la ciudad siria de Hasaka (noreste) tras un asalto la semana pasada por parte del grupo yihadista Estado Islámico.
La directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, ha apuntado a «informes muy preocupantes» sobre la muerte de niños en los enfrentamientos y ha mostrado su «profunda preocupación» ante la posibilidad de que «puedan verse obligados a jugar un papel activo en los actuales enfrentamientos entre los detenidos y las fuerzas de seguridad».
«Casi 850 niños, algunos de tan solo 12 años, están actualmente detenidos en el noreste de Siria, la mayor parte de ellos en la cárcel de Ghueiran», ha detallado Fore, quien ha dicho que «la mayoría son niños de Siria e Irak, y, el resto, de otras 20 nacionalidades».
«Ninguno de ellos ha sido acusado de ningún crimen en virtud del Derecho nacional o internacional. Los hijos de ciudadanos extranjeros han recibido poco o ningún apoyo por parte de sus países de origen», ha lamentado.
Así, ha subrayado que «estos niños nunca deberían estar bajo detención militar en primer lugar» y ha agregado que «la violencia a la que son sometidos puede considerarse crímenes de guerra», según un comunicado publicado por UNICEF.
En este sentido, ha resaltado que «UNICEF lleva mucho tiempo preocupado por los niños detenidos en esta cárcel debido a las malas condiciones físicas generales, los servicios limitados, el hacinamiento y la falta de atención sanitaria y de saneamiento adecuadas».
«Los niños apenas tienen contacto con sus familias, no tienen acceso a educación y se enfrentan a un destino incierto», ha recordado, antes de pedir a las partes que «cumplan sus responsabilidades de proteger a los civiles y a quienes están fuera de combate, y que prioricen la seguridad de todos los niños» en la cárcel y en la ciudad de Hasaka.
En este sentido, ha hecho hincapié en que «cualquier medida para restablecer la calma en el centro de detención debería guiarse por el uso apropiado de fuerza» y en que durante los combates «todas las partes deben tomar todas las precauciones posibles y adherirse a los principios de distinción y proporcionalidad».
«Instamos a todas las partes a que alcancen una solución negociada que termine con el innecesario sufrimiento y pérdida de vidas, especialmente de niños que ya han vivido años de conflicto armado», ha manifestado Fore.
De esta forma, ha pedido abrir un corredor humanitario seguro para poder evacuar a los niños y darles atención. «Los niños y las personas fuera de combate, incluidos los que están enfermos y heridos, tienen derecho a protección y ayuda humanitaria», ha argumentado.
«Instamos a los actores que actualmente controlan el centro de detención y a las autoridades encargadas a que liberen a todos los niños sin condiciones, comenzando por los más pequeños y los que tienen necesidades médicas urgentes o de otro tipo», ha apuntado.
Por último, ha pedido a los países que «hagan todo lo que esté en su poder para repatriar a los niños ciudadanos o nacidos en dichos estados, en línea con los estándares internacionales de protección infantil y Derechos Humanos».
LIBERACIÓN DE REHENES
Por su parte, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha indicado este mismo miércoles que otras 17 personas han sido evacuadas de la prisión por las fuerzas de seguridad kurdas, incluidos algunos rehenes que aparecieron en un vídeo de propaganda de Estado Islámico tras el asalto.
El organismo, con sede en Londres e informantes en el país árabe, ha manifestado que el total de liberados desde el martes asciende a 32, si bien los yihadistas retienen aún a decenas de personas en las instalaciones.
El asalto comenzó el jueves con dos atentados suicidas de camiones cargados con explosivos detonados en la puerta principal y uno de los muros de la prisión, ha informado la agencia de noticias Amaq, afín al grupo yihadista.
Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) aseguran por su parte que unos 200 suicidas participaron en la incursión, que consideran ya la acción más importante del grupo en los tres últimos años, ya que en la prisión había unos 5.000 presuntos miembros de Estado Islámico.
Las FDS anunciaron el 23 de marzo de 2019 la toma de la localidad de Baghuz y la caída del conocido como califato de Estado Islámico en su forma territorial, ya que no controlan ninguna zona en Siria ni en Irak, donde fue derrotado en diciembre de 2017.
Sin embargo, el grupo ha incrementado sus ataques durante los últimos meses, especialmente en el citado triángulo entre las provincias sirias de Alepo, Hama y Raqqa, lo que ha provocado que el Ejército de Rusia haya aumentado igualmente sus bombardeos en apoyo a las tropas gubernamentales, que mantienen un tenso ‘statu quo’ con las milicias de la región autónoma kurda del noreste del país.