El líder del partido islamista denuncia el «golpe» de Saied y alerta de «una crisis financiera «asfixiante»
MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El líder del partido islamista moderado Ennahda y presidente del Parlamento suspendido de Túnez, Rachid Ghanuchi, ha advertido de que la situación derivada de la decisión del presidente, Kais Saied, de arrogarse todas las competencias en julio de 2021 «amenaza con explotar».
Ghanuchi ha denunciado el «golpe» de Saied –quien disolvió el Gobierno y suspendió el Parlamento– y ha criticado que desde entonces se ha generado «una crisis financiera asfixiante» que incluye «inflación de los precios» y «ausencia de materiales básicos».
Así, ha manifestado que todo ello «ha creado una situación social que se prepara para explotar y está aumentando las divisiones entre la gente», en medio de «un estado de ambigüedad e incertidumbre», según un comunicado publicado por Ennahda a través de su cuenta en la red social Facebook.
El líder de Ennahda ha aplaudido que «los tunecinos hayan demostrado su respeto a la Constitución y a la democracia» y ha reiterado que el Parlamento «es la institución más importante capaz de gestionar estas diferencias, ya que expresa la voluntad general de la población y refleja su diversidad y sus diferencias».
Asimismo, ha abogado por una «autocrítica constructiva y continua» para lograr «una patria segura, estable, democrática y justa».» Los tunecinos lo merecen, ya que han demostrado en todas las ocasiones que son capaces de estar a la altura de los desafíos», ha argüido.
«Es cierto que nuestra emergente democracia está atravesando grandes baches y dificultades, pero su reforma no dará la vuelta e irá hacia atrás, hacia lo desconocido», ha prometido, antes de apostar por «un diálogo nacional exhaustivo» para superar la crisis política, económica y social.
Por su parte, el Parlamento tunecino ha advertido en un comunicado de que la situación actual «amenaza la estabilidad social» y ha reiterado su «rechazo absoluto» a la «grave violación» cometida por Saied, así como los «decretos inconstitucionales e ilegales» aprobados desde entonces.
Asimismo, ha cargado contra la ‘hoja de ruta’ propuesta por Saied argumentando que «no tiene nada que ver con las necesidades, demandas y problemas de los tunecinos y ha hecho a Saied «responsable legal y moral de todo lo que pase en Túnez» y de «lo que amenaza al Estado y al equilibrio social» desde «su grave violación de la Constitución».
Por ello, ha advertido a los miembros del Gobierno instaurado posteriormente por Saied contra «aplicar las instrucciones» del mandatario, dado que «contradicen la Constitución, las leyes y los tratados y acuerdos internacionales».
El Parlamento ha mostrado además su apoyo a las fuerzas de seguridad «a la hora de proteger la Constitución» y ha mostrado su disposición a mantener una «contribución práctica» para lograr «el retorno al camino constitucional, las instituciones electas y la democracia, secuestrados por Saied».
El mandatario anunció el 13 de diciembre una prórroga de la suspensión del Parlamento hasta que se celebren elecciones, que convocó para el 17 de diciembre de 2022, en el marco de un proceso que incluirá un referéndum constitucional el 25 de julio.
La Constitución tunecina de 2014 solo permite suspender el Parlamento durante 30 días, un plazo ampliamente superado, si bien Saied afirmó recientemente que dicha Carta Magna «no tiene legitimidad», lo que ha sido criticado por varios partidos, incluido Ennahda, que dominaba la mayoría de los escaños en el órgano legislativo.
