MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
La coalición militar encabezada por Arabia Saudí ha negado el bombardeo contra la cárcel situada en la provincia yemení de Saada, en el noroeste del país, que causó la muerte de 82 personas y dejó heridas a 266, y ha resaltado que es un «intento de engañar a la opinión pública».
«Lo que fue anunciado y difundido por la milicia terrorista huthi en sus medios de comunicación es un intento flagrante de engañar a la opinión pública sobre la verdadera naturaleza del lugar en un intento de obtener la simpatía de las organizaciones de la ONU y las ONG», ha dicho el portavoz de la coalición, Turki al Malki.
Así, ha asegurado que proporcionarán todos los hechos e información detallada para combatir esta «narrativa engañosa» al equipo conjunto que investiga presuntos ataques aéreos en centros de detención en Yemen, según recoge la agencia saudí de noticias SPA.
La coalición también ha indicado que se están realizando preparativos para invitar a la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios en Yemen (OCHA) y el Comité Internacional de Cruz Roja para «familiarizarlos con la verdadera naturaleza de la ubicación militar en cuestión».
De hecho, el enviado especial de la ONU en Yemen, David Gressly, ha visitado este jueves la prisión para ver los destrozos y se ha reunido con los supervivientes del ataque: «Todas las partes deben comprometerse a encontrar formas de detener los ataques que dañan a los civiles, como los ataques aéreos», ha dicho en el perfil oficial de la organización en Twitter.
La coalición internacional que encabeza Arabia Saudí ya tildó este suceso de «engaño y desinformación» y aseguró que esas afirmaciones eran «infundadas», tal y como recogió la agencia de noticias saudí SPA.
El ministro de Salud del Gobierno de los huthis, Taha al Mutawakil, explicó en una rueda de prensa que por este bombardeo perdieron la vida al menos 82 personas y 266 resultaron heridas. Médicos sin Fronteras (MSF) responsabilizó directamente a Arabia Saudí del «injustificable» ataque.
«No hay forma de negar que se ha tratado de un ataque aéreo. Todo el mundo en la ciudad de Sadaa pudo escucharlo», declaró uno de los miembros del personal de MSF en la zona, bajo condición de anonimato. «Vivo a un kilómetro de la prisión y mi casa temblaba por las explosiones», añadió la organización.