MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
La ciudad norirlandesa de Derry recuerda este domingo a los 14 manifestantes católicos desarmados que fueron tiroteados por las fuerzas británicas en el 50 aniversario del conocido tristemente como Domingo Sangriento, la masacre ocurrida durante la marcha por los derechos civiles que paseó por sus calles un 30 de enero de 1972.
El presidente de Irlanda, Michael D. Higgins, rendirá tributo esta tarde a las víctimas en un discurso en el que describirá a la ciudad como un «emblema de esperanza» y símbolo de los caídos durante el histórico conflicto norirlandés, la era de «The Troubles» (Los problemas) como se conoce allí, que enfrentó a unionistas protestantes — partidarios de preservar los lazos con el Reino Unido — contra los republicanos norirlandeses: una espiral de violencia que alcanzó tres décadas álgidas hasta los acuerdos de paz de 1998.
«Derry se ha convertido en un emblema de esperanza y de justicia, y de la lucha y del éxito contra todo pronóstico», pronunciará Higgins en su discurso, parte del cual anticipa el ‘Irish Times’. «El 30 de enero de 1972 vivirá en nuestra memoria colectiva como lo harán vuestros esfuerzos para reivindicar la verdad, y honraremos a los caídos hoy y en el futuro».
Esta mañana, los allegados de los fallecidos siguen la ruta original de la marcha desde Creggan hasta el memorial de Bogside. El primer ministro de Irlanda, Micheál Martin, depositará una corona de flores al principio de un servicio religioso al que estarán invitados líderes de diferentes denominaciones, con la presidenta del Sinn Féin –asociado históricamente al Ejército Republicano Irlandés, el IRA — , Mary Lou McDonald, entre ellas.
La tarde también será testigo de otra marcha, esta vez en protesta por los planes del Gobierno británico para declarar la prescripción de los delitos cometidos durante la era de Los Problemas, antes de culminar con un evento conmemorativo especial a partir de las 16.00 horas, cuando el actor Adrian Dunbar leerá en voz alta los nombres de las víctimas y la catedral de San Eugenio repicará 14 veces sus campanas, una por cada fallecido.