MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibirá este lunes al emir de Qatar, Tamim bin Hamad al Zani, en medio de los esfuerzos de los países occidentales para establecer planes de suministro energético ante la posibilidad de un conflicto en Ucrania.
«La visita da una oportunidad para que el presidente y el emir consulten sobre un abanico de asuntos regionales y globales de interés mutuo, incluida la promoción de la seguridad y la prosperidad en el Golfo (Pérsico) y en Oriente Próximo», dijo la semana pasada la Casa Blanca.
Así, destacó que el encuentro permitirá además abordar «la estabilidad de los suministros globales de energía», «el apoyo a la población de Afganistán» ante el ahondamiento de la crisis humanitaria tras la toma del poder por parte de los talibán y «fortalecer la cooperación comercial y de inversiones» entre Estados Unidos y Qatar.
«El presidente también dará las gracias al emir por los extraordinarios esfuerzos de Qatar para garantizar un tránsito seguro desde Afganistán a ciudadanos estadounidenses, residentes permanentes y socios afganos», subrayó la Casa Blanca en su comunicado.
Por último, la portavoz de la Presidencia estadounidense, Jen Psaki, incidió en que Biden «espera esta importante visita para afirmar la firme asociación entre Estados Unidos y Qatar».
Qatar es uno de los principales suministradores de gas licuado y responsables del Gobierno estadounidense han comenzado a plantearse la posibilidad de que Doha lo envíe a Europa en el caso de un corte de suministro por una hipotética invasión rusa de Ucrania, según la agencia Bloomberg.
Algunos países europeos temen que cualquier sanción económica contra Rusia –si la tensión acaba por desbordarse en forma de conflicto abierto o incursión– podría repercutir en su sistema energético, mermado de por sí a causa de la crisis provocada por la pandemia de coronavirus.
Hay que recordar que Europa más de un 40 por ciento del gas natural desde Rusia, y que una tercera parte del gas ruso pasa a través de Ucrania. Por su parte, tres cuartas partes de la producción de gas de Qatar llegan a países asiáticos con deficiencias en el suministro energético, como Japón o Corea del Sur.