MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
El presidente de Perú, Pedro Castillo, ha aceptado finalmente este lunes la renuncia presentada el pasado viernes por el ministro de Interior, Avelino Guillén, así como la salida del general de la Policía Nacional, Javier Gallardo.
Ambos habían protagonizado la enésima polémica dentro del siempre convulso gabinete de Castillo, cuando Guillén se había mostrado en desacuerdo con motivo de una serie de bajas y ascensos dentro de la Policía propuestos por Gallardo.
«Como jefe de Estado, he decidido dar por concluida la designación del comandante general de la Policía Nacional del Perú, Javier Gallardo Mendoza. Asimismo, acepto la renuncia del ministro del Interior, Avelino Guillén, a quien agradezco por los servicios prestados a la nación», ha escrito Castillo en Twitter.
A mediados de enero, el comandante Gallardo envío al ya exministro Guillén una lista con una propuesta de retiro para veinte generales, que le fue remitida posteriormente para su modificación, algo que no hizo de manera significativa.
Ante esta situación, Guillén habría pedido la intervención de Castillo, a quien la primera ministra, Mirtha Vásquez, le habría conminado también a posicionarse de lado del ahora exministro de Interior.
«Yo tengo un deber con la presidenta del Consejo de Ministros y tengo que darle cuenta. Le hice ver la situación de crisis. Siempre me ha expresado su respaldo. Entiendo que en diversas oportunidades ha tocado el tema con el señor presidente, pero no hubo medidas», ha dicho Guillén en una reciente entrevista para el diario peruano ‘La República’.
A su vez, Guillén también ha asegurado que se va del Ministerio de Interior con «la conciencia tranquila», puesto que siempre defendió ante el presidente Castillo «la necesidad de contar con los mejores policías en las unidades de mayor responsabilidad» por delante de cualquier cargo.
Con esta nueva dimisión, Guillén es el tercer ministro que ocupa la cartera de Interior desde que Castillo tomó posesión de su cargo hace ahora medio año. El primero de ellos fue el ahora titular de Defensa, Juan Carrasco, cuestionado por no haber renunciado supuestamente a su cargo de fiscal en Lambayeque antes de que asumiera su puesto en el nuevo gabinete.
El segundo de ellos fue Luis Barranzuela, quien lideró este ministerio menos de un mes, después de que se hiciera público que contravino las restricciones impuestas por la crisis sanitaria del coronavirus al celebrar una fiesta privada.
Los primeros seis meses de Pedro Castillo al frente de Perú han estado lejos de suponer la tranquilidad que el país buscaba con las pasadas elecciones, en el marco de una de las etapas más convulsas de su historia reciente –con cinco presidentes en apenas cuatro años–, dejando ya una docena de cambios ministeriales en todo este tiempo.