Recalca que los ataques «ponen en peligro a los civiles» y «socavan la lucha contra Estado Islámico»
MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
El comandante de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), Mazlum Abdi, ha afirmado que los últimos bombardeos ejecutados por aviones turcos contra la localidad siria de Derik, en la zona administrada por las autoridades kurdas, supone «una declaración de guerra».
«Los bombardeos turcos en Ain Diuar y Derik han provocado el martirio de civiles y combatientes y ha alcanzado infraestructuras públicas, incluida una presa y una central eléctrica», ha denunciado Abdi.
«Este ataque equivale a una declaración de guerra, pone en peligro a los civiles y socava nuestra lucha contra Estado Islámico», ha manifestado en una serie de mensajes publicados en su cuenta en la red social Twitter.
En este sentido, el comandante de las FDS ha recalcado que «con el aumento de la amenaza del terrorismo, los socios de la coalición asumen gran parte de la responsabilidad a la hora de evitar este tipo de ataques por parte de Turquía».
Turquía anunció el miércoles una serie de bombardeos en el norte de Irak y el norte de Siria en el marco de lo que describió como la operación ‘Águila de Invierno’ contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y las Unidades de Protección Popular (YPG), integradas en las FDS.
Las FDS –aliadas de la coalición internacional liderada por Estados Unidos que combate contra Estado Islámico– afirmaron el miércoles que los bombardeos «no fueron llevados a cabo sin el conocimiento de las fuerzas de la coalición internacional».
«El Estado ocupante turco, a través del silencio de las fuerzas de la coalición internacional, busca legitimar sus ataques y atacar con artillería a nuestro pueblo, nuestras localidades y nuestras infraestructuras, incluidos sus empleados», denunció.
Turquía ha lanzado múltiples ofensivas contra las YPG en el norte de Siria con apoyo del rebelde Ejército de Liberación Siria (ELS) y ha criticado a Washington por su apoyo a las FDS, que han denunciado que estos ataques socavan sus esfuerzos contra Estado Islámico.
Precisamente, las FDS recuperaron la semana pasada el control de la prisión de Ghueiran, en la provincia de Hasaka (noreste), tras cerca de una semana de enfrentamientos con Estado Islámico, que lanzó un asalto para intentar liberar a cientos de miembros del grupo detenidos en las instalaciones.