BEIJING (AP) — Explorar la ciudad antigua de Guangzhou. Deambular por un vecindario histórico de Shanghái. Visitar a los pandas gigantes en la provincia occidental de Sichuan. Todas estas experiencias están a disposición de los asistentes a los Juegos Olímpicos de Invierno. En video y sin salir de la sala de prensa.
Bienvenidos a China. O algo así.
Los Juegos Olímpicos son, por lo general, una oportunidad perfecta para que el país anfitrión presuma su cultura. Este año, sin embargo, deportistas, entrenadores y demás asistentes a los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing se encuentran confinados en su totalidad a una burbuja tan compleja que cuenta con sus propios trenes urbanos. Todo es parte de la labor del gobierno chino por controlar la propagación del COVID-19 (y, según algunos, de controlar también a los curiosos visitantes).
Se supone que nada debe salir de este universo alterno. Pero ¿qué es lo que China permite entrever?
El país celebra su Año Nuevo Lunar. Eso está claro. Las tradicionales lámparas decorativas adornan el interior de las sedes y, como se puede ver desde los autobuses olímpicos, también las calles. Es muy poco probable que participes en una de las celebraciones, aunque la bolsa de bienvenida a los juegos incluye una pequeña lámpara decorativas. Si tienes el souvenir, ¿también tuviste la experiencia?
Olvídense de una visita al Palacio de Verano o a la Gran Muralla, pero hay unas enormes fotografías de estos sitios en el centro de prensa. ¿Una selfie tomada desde el ángulo correcto te hará parecer que estás ahí? ¿Si tienes la foto significa que fuiste?
Una parte genuina de China se filtra por la burbuja, y permite preservar otra: Salvo por los lugares en donde el Comité Olímpico Internacional brinda el servicio de internet, el país les bloquea a los visitantes una enorme porción de la red. Una probadita de lo que podría ser vivir en China, y un ejemplo de las formas en las que el gobierno busca controlar a sus habitantes.
Como es de esperarse, dentro de la burbuja uno añora el exterior. En uno de los destinos culinarios más importantes del mundo, apenas se consigue una triste imitación de comida china. Tabitha Peterson, integrante del equipo de curling de Estados Unidos, recordó que ella y su hermana Tara visitaron Beijing en 2007. En aquel entonces, pudieron sumergirse de tal forma en la cultura, comer en restaurantes y probar nuevas comidas.
No en estos Juegos.
De cualquier forma, Yao Qian, quien montó una exhibición cultural en el centro de prensa, señaló que los extranjeros pudieron experimentar algo de China y resaltó un reciente taller dentro de la burbuja en donde se les enseñó a escribir las letras chinas.
“Este es un lugar para esparcir la cultura de China”, declaró. “Quiero que los extranjeros aprendan más y más sobre la cultura china”.