El fondo pide la excarcelación de los jóvenes, que se encuentran detenidos por su presunta asociación con Estado Islámico
MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
Responsables del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) han conseguido reunirse con algunos niños supervivientes del gran ataque perpetrado por la organización yihadista contra la cárcel de Ghueiran, en el noreste de Siria, y han exigido la liberación de los aproximadamente 850 menores detenidos allí por sus presuntos vínculos con el grupo terrorista.
El ataque, uno de los de mayor envergadura ejecutados por Estado Islámico desde su derrota territorial en el país, dejó más de 330 muertos, principalmente yihadistas que intentaban liberar a sus compañeros de esta cárcel de la provincia de Hasaka. Los guerrilleros de Estado Islámico consiguieron entrar en la penitenciaría, donde llegaron a atrincherarse en el ala juvenil, donde emplearon a los menores como escudos humanos», según denunciaron a la cadena BBC las fuerzas kurdas que les combatían.
En un comunicado emitido este domingo, UNICEF confirma que sus responsables humanitarios han podido reunirse en la víspera con algunos de los niños, que viven «algunos desde hace años» en condiciones «terribles» y ahora están sobreviviendo a «la intensificación de la violencia en la prisión y sus alrededores» tras el ataque de mediados de enero.
«A pesar de los servicios básicos que ya existen, la situación de estos niños es increíblemente precaria», según el relato de los responsables de UNICEF, quienes denuncian, para empezar, que «los niños nunca deberían haber estado allí».
«UNICEF está trabajando actualmente para proporcionar inmediatamente seguridad y atención a los niños, mientras seguimos pidiendo a todas las partes que encuentren urgentemente soluciones a largo plazo en su mejor interés», ha indicado.
El fondo «reconoce los esfuerzos de las autoridades locales para estabilizar la situación dentro y fuera de la prisión», pero apunta que «la destrucción en los alrededores también es importante»: al menos 30.000 personas, según sus estimaciones, se han visto afectadas por los combates en torno a la prisión.
«UNICEF confirma que está dispuesto a apoyar un nuevo lugar seguro en el noreste de Siria para atender a los niños más vulnerables, algunos de tan solo 12 años», de acuerdo con el comunicado que recuerda, una vez más, que «los niños nunca deberían estar detenidos por su asociación con grupos armados y deben ser tratados siempre como víctimas del conflicto».
Por último, la agencia de la ONU vuelve a pedir «la liberación inmediata de los niños de la prisión y de todos los centros de detención del noreste de Siria, y que sean entregados a los agentes de protección de la infancia», sobre todo dada la disposición del fondo a «facilitar la repatriación rápida y sistemática de los niños extranjeros y la reintegración de los niños en Siria a sus comunidades de origen».
