MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
El presidente del Congreso de Honduras, Jorge Cálix, ha anunciado que se reunirá este lunes con el expresidente Manuel Zelaya, actual líder del partido Libre, en un nuevo intento por atajar la crisis política surgida después de que algunos diputados de esta formación se negaran a cumplir con uno de los acuerdos alcanzados por la presidenta, Xiomara Castro, en campaña electoral.
«Nuestra lucha siempre ha sido por las causas justas, por el país y precisamente por eso no quiero más odio ni más división», ha escrito Cálix en su perfil de Twitter, en el que ha adelantado que el encuentro con Zelaya, que presidió el país entre 2006 y 2009, tendrá lugar en la Casa Presidencial, a las 11.00, hora local.
El encuentro entre ambos se conoce después de que el diputado por Libre Juan Barahona confirmara el domingo que está previsto que los diputados díscolos se unan a las sesiones del Congreso convocada por Luis Redondo, el candidato que en campaña electoral acordó la formación con el Partido Salvador de Honduras (PSH).
Al mismo tiempo, ha adelantado que habrá consecuencias y represalias para aquellos diputados que no se sometan al pacto alcanzado con el PSH, informa el diario hondureño ‘La Prensa.
El esperanzador triunfo en las presidenciales de Xiomara Castro, primera mujer en la historia del Honduras en dirigir el país, se ha visto empañado por la crisis política que se ha instaurado en el Congreso desde hace varias semanas, cuando fue inaugurado en una bronca sesión en la que algunos diputados llegaron a las manos.
En aquella sesión hasta 18 diputados de Libre votaron junto a la oposición por la investidura de Jorge Cálix como presidente del Parlamento, rompiendo así con el acuerdo que la formación había alcanzado en campaña electoral con el Partido Salvador de Honduras (PSH) para que el cargo fuera ocupado por Luis Redondo.
Esta decisión ha provocado una crisis política dentro de un país que arrastra desde los últimos años uno de sus peores momentos económicos y sociales, así como un alarmante clima de inseguridad, en especial por la intrusión del narcotráfico y la corrupción en las instituciones del Estado tras la «dictadura» de Juan Orlando Hernández, tal y como han denunciado desde el Gobierno de Castro.