CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El gobierno de Nicaragua expresó su “más enérgica protesta” a El Salvador por la supuesta incursión de buques militares artillados en aguas jurisdiccionales nicaragüenses en el Golfo de Fonseca, que ambos países comparten con Honduras.
El portal gubernamental El 19 Digital informó el lunes que el mensaje de protesta fue enviado el domingo por el canciller Denis Moncada a su par salvadoreña, Alexandra Hill, en rechazo a lo que Managua considera “situaciones lesivas de nuestra soberanía”.
Según el texto, estos hechos comenzaron el viernes 4 de febrero, cuando dos buques militares artillados incursionaron en aguas del Golfo de Fonseca a 50 y a 26,1 millas náuticas al suroeste de Punta Cosigüina.
La situación se repitió al día siguiente con la incursión en la misma zona del buque militar artillado identificado como PC-01 y de una lancha rápida artillada del tipo Boston Whaler, señaló el mensaje de protesta.
“Como se desprende de la ubicación de los hechos, todos esos medios navales incursionaron en el espacio marítimo jurisdiccional de Nicaragua con personal militar portando deliberadamente armamento en actitud provocativa e incluso deteniendo su marcha durante varias horas en la zona indicada”, aseguró el documento.
Indicó que tripulantes de dos guardacostas nicaragüenses cuestionaron a los de los buques salvadoreños sobre su presencia y que éstos negaron haber violado la soberanía nicaragüense.
“La República de Nicaragua rechaza enérgicamente la violación a su soberanía por parte de la República de El Salvador”, destacó el mensaje e instó al gobierno salvadoreño a “retomar los esfuerzos de mantener los espacios marítimos en el Golfo de Fonseca y en el Océano Pacífico como zonas de paz, desarrollo sostenible y seguridad”.
En octubre los gobiernos de Nicaragua y Honduras acordaron definir sus fronteras en el Mar Caribe y en el Océano Pacífico, incluyendo al Golfo de Fonseca, pero El Salvador no suscribió el pacto limítrofe.
Honduras y El Salvador se disputan desde hace varios años la soberanía de Isla Conejo, un peñón de casi un kilómetro cuadrado en el Golfo de Fonseca. En 2014, el entonces presidente salvadoreño Mauricio Funes, asilado y nacionalizado nicaragüense, aseguró que la Isla Conejo es salvadoreña y no hondureña.
El Salvador y Honduras protagonizaron en 1969 la llamada “guerra del fútbol” o “guerra de las 100 horas” que se resolvió con la intervención de la Organización de Estados Americanos y la retirada de El Salvador de los territorios ocupados.