El organismo expresó el domingo su rechazo a la decisión del presidente y prometió seguir trabajando
MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
Las fuerzas de seguridad de Túnez han bloqueado este lunes el acceso a la sede del Consejo Superior de la Magistratura (CSM), el máximo órgano judicial del país, dos días después de que el presidente del país, Kais Saied, anunciara su disolución.
Fuentes citadas por la emisora tunecina Mosaique FM han señalado que las fuerzas de seguridad han bloqueado las puertas del edificio y han prohibido el acceso a todo el mundo, incluidos los trabajadores del CSM, que el domingo rechazó la decisión del mandatario.
Saied anunció el sábado la disolución del CSM, después de suspender en julio de 2021 el Parlamento y disolver el Gobierno para arrogarse todas las competencias, lo que ha sido duramente criticado por partidos y organizaciones civiles del país.
El mandatario indicó que el CSM es «parte del pasado» y aseguró que «muchos jueces» están «en convivencia con criminales» lo que, en su opinión, «socava la independencia de la Justicia».
Poco después, el jefe del CSM, Yusef Buzajer, indicó que el organismo defenderá su existencia por todos los medios legales y destacó que no existe ningún mecanismo legal o constitucional legítimo que permita al presidente Saied disolverlo.
Por su parte, el partido islamista Ennahda condenó la decisión de Saied y afirmó que va contra la separación de poderes, al tiempo que expresó su «absoluta solidaridad» con el organismo, antes de defender sus «pilares constitucionales».
Ennahda manifestó en un comunicado en su cuenta en la red social Facebook que pide a todas las organizaciones y a la sociedad civil que «estén del lado del aparato judicial para defender el Estado de Derecho y sus instituciones».
Saied anunció el 13 de diciembre una prórroga de la suspensión del Parlamento hasta que se celebren elecciones, que convocó para el 17 de diciembre de 2022, en el marco de un proceso que incluirá un referéndum constitucional el 25 de julio.
La Constitución tunecina de 2014 solo permite suspender el Parlamento durante 30 días, un plazo ampliamente superado, si bien Saied afirmó recientemente que dicha Carta Magna «no tiene legitimidad», lo que ha sido criticado por varios partidos, incluido Ennahda, que dominaba la mayoría de los escaños en el órgano legislativo.