PRAGA, 8 (DPA/EP)
Las autoridades checas han informado este martes de que mantendrán por el momento las estrictas restricciones impuestas a aquellas personas que entren en el país a pesar de que el Gobierno busca retirar la mayoría de medidas implementadas a causa de la pandemia de coronavirus.
Un portavoz del Ministerio de Sanidad ha explicado que prácticamente todos los países europeos se encuentran bajo la categoría ‘roja’, la de mayor riesgo de contagio en el llamado ‘semáforo del coronavirus’.
Los turistas extranjeros tendrán que seguir presentando un test negativo para poder entrar en el país a excepción de aquellos que hayan recibido las tres dosis de la vacuna contra la COVID-19.
Para aquellos que estén sin vacunar será obligatorio un segundo test en un periodo de entre cinco y siete días después de su llegada. Estas medidas únicamente variarán en el caso de los menores de edad, que podrán contar con algunas excepciones.
El Tribunal Superior Administrativo de República Checa ha revertido recientemente la normativa que indica que únicamente las personas vacunadas o que hayan pasado la enfermedad podrían acceder a la hostelería y la restauración.
Está previsto que el Gabinete retire esta normativa próximamente en otra áreas, como eventos deportivos y culturales.