SEVILLA, 8 (EUROPA PRESS)
La Plataforma de Reguladores del Sector Audiovisual de Iberoamérica (PRAI), de la que forma parte el Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA), ha elaborado y difundido a través de su Grupo de Trabajo sobre Alfabetización Mediática dos documentos de recomendaciones para combatir la desinformación sobre las vacunas de Covid-19, uno dirigido a los medios de comunicación y otro a la ciudadanía.
La Junta ha detallado este martes en un comunicado que el objeto de estas recomendaciones es aportar herramientas a los profesionales de la comunicación para un tratamiento «cuidadoso» de un tema «tan sensible» como son las vacunas Covid, su seguridad y su efectividad.
Desde el CAA han destacado que los medios no sólo tienen la función de informar de manera veraz sobre estas cuestiones, sino que además pueden contribuir a la lucha contra la desinformación que, en caso del coronavirus, puede constituir una amenaza para la salud pública. Asimismo, se busca dotar a los ciudadanos de instrumentos útiles que fomenten su espíritu crítico ante los contenidos audiovisuales y que les ayude a detectar noticias falsas.
La primera serie de recomendaciones, dirigidas a los profesionales de los medios, subraya que existe un consenso científico, demostrable empíricamente, sobre la seguridad y beneficios de la vacunación. Así, se considera que los medios pueden contribuir a incrementar la «confianza vacunal» de la población, informando por ejemplo de los procedimientos altamente regulados que preceden la autorización de una vacuna, incluso cuando se arbitran mecanismos de aprobación de urgencia, o de la existencia de sistemas de farmacovigilancia.
Las recomendaciones destacan igualmente la relevancia de contar con las voces de personas expertas y reconocidas en el tema para la información y divulgación de la vacunación. También se señala que es importante evitar difundir especulaciones interesadas no analizadas por la comunidad científica y diferenciar entre las informaciones sobre los procesos preliminares a la aprobación de una vacuna y lo que son los resultados finales oficiales.
El documento pide tener especial cuidado con las llamadas «historias humanas», para no elevar a categoría una anécdota o caso concreto, especialmente en los programas de entretenimiento en la radio y la televisión.
CAUTELA SOBRE EFECTOS ADVERSOS
Se advierte, por otro lado, que un evento adverso después de la vacunación es cualquier hecho médico desfavorable que sigue a la inoculación y que no tiene necesariamente una relación causal con la vacuna. Por eso es necesario extremar la cautela en la información sobre estos sucesos y transmitir información objetiva y no alarmista sobre las sospechas de reacciones adversas, a la vez que es importante facilitar las cifras en relación con el total de las personas vacunadas para hacer entender el alcance real de un acontecimiento negativo.
El texto recalca que es «primordial» que los medios muestren los efectos de la enfermedad en la salud de las personas y en la sociedad, la gravedad de la transmisión y las consecuencias que se derivan de no disponer de una vacuna o de rechazar su administración, todo en el marco del respeto y la pluralidad de opinión. Además, subraya que una información equilibrada no significa poner en igualdad las voces científicas y las voces del negacionismo, sino darle el peso que se deriva del aval científico que tienen.
Se hace asimismo una llamada a la responsabilidad de prestadores y usuarios de plataformas de intercambios de vídeo y redes sociales, que forman parte de un «ecosistema mediático» caracterizado por una generación y difusión de contenidos rápida y descentralizada. Los primeros, en la línea establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), deben extremar el cuidado de los contenidos y ofrecer enlaces a fuentes acreditadas, y los usuarios también pueden contribuir a luchar contra la desinformación evitando crear o difundir contenidos sin aval científico.
RECOMENDACIONES AL PÚBLICO GENERAL
Las recomendaciones dirigidas al público en general proponen que el ciudadano se cuestione sobre si dispone de toda la información –hay que leer toda la noticia y no sólo los titulares–, por qué canal le llega, si tiene credibilidad la fuente o si las imágenes o audios han sido manipulados. También se aconseja analizar si lo que nos cuentan es un caso único o si está elevado a categoría de anécdota, así como la conveniencia de compartirlo en redes o no.
Otras recomendaciones que se hacen es informarse a través de medios reconocidos, contrastar las informaciones con los profesionales de la enfermería y la medicina y verificar la actualidad y vigencia de los contenidos recibidos.
Las recomendaciones incluyen también recopilaciones de enlaces a agencias de medicamentos, sociedades científicas, organismos especializados en materia de vacunas e iniciativas públicas de alfabetización mediática.
El Grupo de Trabajo de la PRAI ha estado liderado por el Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC). El organismo regulador se creó en 2010 y está integrada por once miembros: Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) de Colombia; Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC); Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) de México; Consejo Nacional de Televisión (CNTV) de Chile;, y Consejo Consultivo de Radio y Televisión (Concortv) de Perú
A ellos se suma la Entidad Reguladora para la Comunicación Social (ERC) de Portugal; Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) de Argentina; Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de España; Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA); Agencia Nacional de Cine y Televisión (Ancine) de Brasil, y Consejo de Regulación, Desarrollo y Promoción de la Información y Comunicación (CCE) de Ecuador.