LISBOA (AP) — El próximo gobierno socialista de Portugal estaba apartando a un partido populista de ultraderecha que logró un sorpresivo tercer puesto en las recientes elecciones generales.
Portugal fue testigo de un aumento de los apoyos a los populistas en los comicios parlamentarios del 30 de enero, más de una década después de un movimiento similar en otras naciones de la Unión Europea.
La oficina del primer ministro electo, António Costa, dijo que antes de asumir el cargo a finales de este mes se reunirá con los demás partidos políticos, así como con sindicatos, empresarios, organizaciones benéficas nacionales y otros para discutir sus futuras políticas.
Pero el comunicado publicado el lunes en la noche no mencionó el encuentro con los representantes de Chega (Basta), que logró 12 de los 230 escaños del Parlamento. En las últimas elecciones, en 2019, había conseguido uno.
El Partido Socialista de centroizquierda ganó por una aplastante mayoría de 117 escaños, y los socialdemócratas de centroderecha fueron segundos con 71.
Chega, que se define como nacionalista y conservador, se fundó hace apenas tres años.
Afirma que el Pacto Global para la Migración, patrocinado por Naciones Unidas, es “suicida” y sostiene que algunos policías retirados reciben pensiones de apenas 290 euros (330 dólares) mientras que algunas personas que perciben un subsidio de pobreza de un par de cientos de euros mensuales tienen un auto Mercedes.
La declaración de la oficina del primer ministro no ofreció motivos para la exclusión de Chega. Pero el partido ha sido objeto de duros ataques por parte de los socialistas durante la campaña electoral.
