MADRID, 9 Feb. (EDIZIONES)
Ru’qiyyah Eley, de 37 años, sólo gastó 109 libras esterlinas en el proyecto con la esperanza de crear una zona personalizada para su hijo Zayd, de 12 años.
La encargada de oficina colocó estratégicamente tiras de luz en el techo y cubrió el espacio con un relleno de fibra hueca ignífugo para crear el efecto de rayo.
Ru’qiyyah, que vive en Bradford (West Yorks), ha compartido vídeos épicos en los que se ve cómo la habitación se ilumina con la luz que cambia de color de las luces LED.
«Mi hijo es un apasionado de las tormentas y los climas extremos. En YouTube le gusta ver vídeos de increíbles fenómenos naturales», explicó Eley.