ISLAMABAD, 9 (DPA/EP)
La Policía ha detenido en el sur de Pakistán a una decena de sospechosos por el secuestro y la violación de dos menores de edad, crímenes que se habrían cometido como parte de un castigo según las leyes tribales.
El crimen ha tenido lugar en el distrito de Mirpurkhas, en la provincia de Sindh, después de que un pariente lejano de las dos víctimas contrajera matrimonio con una mujer de una comunidad rival, lo que habría infringido una arcaica normativa vigente en este tipo de asentamientos.
«Hemos arrestado a diez sospechosos y estamos buscando a más», ha informado el portavoz de la Policía de la región, Arshad Jatt, que habla de cómo veinte hombres armados secuestraron y violaron a las dos niñas, para luego hacerles desfilar ante la población local a modo de venganza.
Esta tropelía, que se habría perpetrado el domingo, ha puesto de nuevo de relieve la problemática de un país anclado todavía en ciertas zonas a antiguas leyes tribales que se ceban en especial con mujeres y niñas, que sirven a menudo como moneda de cambio para dirimir este tipo de disputas.
El año pasado, en un intento por reducir crímenes de esta índole, el Parlamento de Pakistán sacó adelante una ley con la que los violadores pueden ser castigados con la castración química, en especial en aquellos reincidentes y en quienes participen en agresiones sexuales en grupo o contra menores.